"Colombia necesita un nuevo pacto social" | El Nuevo Siglo
Viernes, 8 de Agosto de 2014

En la ceremonia de posesión dijo que se está ad portas de que llegue a su fin el último conflicto armado del mundo occidental, pero advirtió a Farc que paciencia del país no es infinita  

 

La necesidad de un “nuevo pacto social” que tome lo mejor de la izquierda o la derecha para construir, en una Tercera Vía, un país próspero y con equidad, fue el principal mensaje del discurso del presidente Juan Manuel Santos al posesionarse para su segundo periodo.

En el marco histórico de la Plaza Núñez, en la Casa de Nariño, ante un nutrido número de 10 jefes de Estado, de gobierno, el abdicado rey Juan Carlos de España, así como la plana mayor de congresistas, ministros, dirigentes políticos y las cúpulas de los poderes Judicial y Legislativo, el Jefe de Estado pronunció un discurso en el que delineó los principales objetivos de su mandato hasta el 2018.

“Un país que cree en la propiedad privada y la protege; un país que fomenta la inversión y el crecimiento económico… pero que lo hace con corazón y con sentido social, para que los más vulnerables, los más pobres, superen su situación y no se queden rezagados”, precisó Santos.

Tras admitir que había gente que lo quería y otros que no, el Presidente dijo que todos “debemos trabajar juntos”.

Agregó que Colombia debe trazarse una meta con la que todos nos podamos comprometer: un país en paz total, con equidad y el más educado de América Latina. “Si los alcanzamos, seremos un país totalmente diferente para siempre. Imparable. Próspero. Admirado. Respetado. Líder”, sostuvo.

 Paz, objetivos y condiciones

En torno a ese primer pilar, Santos explicó cómo se ha venido desarrollando el proceso de negociación con las Farc. “Hemos tenido logros importantes. Firmamos el Acuerdo General para la Terminación del Conflicto, que estableció la estructura y la agenda del proceso, y no nos hemos desviado ni un solo minuto de esa hoja de ruta”, indicó.

Recordó que también se llegó a acuerdos sobre tres de los cinco puntos sustantivos –desarrollo agrario integral, participación política y la solución al problema de las drogas ilícitas–, y que   actualmente se avanza en el cuarto: las víctimas.

“Hace apenas un par de días, se acordó que en dos semanas se instalará la subcomisión que tratará los temas de cese al fuego y de hostilidades –bilateral y definitivo–, y de dejación de armas, que hacen parte del último punto sustantivo”, dijo Santos.

Enfatizó que “estamos ante un proceso responsable y sólido al que los colombianos dieron su apoyo el pasado 15 de junio. Y hoy les digo: ¡Voy a emplear todas mis energías en cumplir con ese mandato de paz!”

Dijo que se entra ya en la fase final de las conversaciones, la que calificó como la más difícil y exigente. “Va a exigir sacrificios de todos nosotros. Y, sobre todo, va a exigir decisiones. Antes que nada, decisiones sobre las víctimas”, sostuvo, al tiempo que recalcó que el paso crucial es poner fin al conflicto para garantizar que no haya más víctimas y que sus derechos puedan ser satisfechos de la mejor manera.

“Hay que mostrar disposición real de contar la verdad; de esclarecer qué pasó y por qué; de participar en procesos de reparación, y de encontrar una fórmula de justicia que sea aceptable para las víctimas y para el pueblo colombiano”, agregó y exigió de las Farc y el Eln tales actitudes.

El Presidente indicó que “la justicia que resulte de este proceso no será una justicia perfecta. No. ¡Pero tendrá que ser una justicia honesta! Una justicia que asegure un máximo de satisfacción de las víctimas; que dé garantías de no repetición, y que no pierda de vista a tantos colombianos que sufrieron el conflicto armado en sus veredas, en sus pueblos, y no se desplazaron”.

Advertencia a Farc

Luego el Jefe de Estado advirtió que “las guerrillas tendrán que comenzar -sin rodeos- su proceso de dejación de armas y reincorporación a la vida civil. Y el Gobierno tendrá que poner en marcha todos los mecanismos de acompañamiento y verificación que se acuerden, incluyendo la verificación internacional. Y dará todas las garantías de seguridad necesarias: no sólo para el proceso de reincorporación, sino también para las comunidades en los territorios”.

También recordó el Presidente que serán los colombianos los que refrendarán el acuerdo final de paz, tras lo cual condenó los ataques subversivos de la última semana.

“Y aquí quiero hacer una advertencia: los hechos de violencia de las últimas semanas son una contradicción inaceptable, y ponen en riesgo el mismo proceso ¿Quién entiende que en La Habana estemos acordando la construcción de acueductos veredales mientras en Colombia las Farc destruyen esos mismos acueductos –como ocurrió en Granada– o afectan gravemente sus fuentes de agua –como ocurrió en el Putumayo? Nadie. Y mucho menos se entiende que sigan causando víctimas civiles, incluyendo niños, como ocurrió en Miranda”, dijo Santos.

Tras lo anterior, el Jefe de Estado señaló que “la paciencia de los colombianos y de la comunidad internacional, no es infinita. Señores de las Farc: ¡están advertidos! La guerra sigue mientras no se llegue a un acuerdo –eso lo sabemos–, pero… ¡saquen a los niños, saquen a las mujeres, saquen a los civiles de sus acciones violentas! ¡No dinamiten las vías de los campesinos! ¡No más pueblos sin luz o sin agua! ¡No más petróleo contaminando nuestros ríos! Actos de paz. Eso es lo que Colombia pide hoy”.

Más equidad y educación

El discurso del Jefe de Estado se concentró, entonces, en el segundo pilar: la equidad.

El Presidente hizo un recuento de lo hecho por su gobierno y lo que viene en este segundo mandato en materia de lucha contra la pobreza, más vivienda, salud, agua y acueducto, apoyo al campo, mejora en calidad de vida, disminución de la desigualdad, descentralización, interconexión a internet, infraestructura vial y de transporte, recuperación del río Magdalena y disminución del empleo.

En cuanto al tercer pilar, el de educación, Santos reiteró la meta que en 2025 el país sea el más educado de América Latina. Hizo un recuento de las metas que ello implica en materia de política educativa, formación docente, apoyo estudiantil, formación superior, inclusión laboral y otros temas.

“¿Y cómo vamos a hacerlo? ¿Cómo vamos a avanzar en este cuatrienio sobre lo que ya hemos hecho? La primera decisión que tomé es que, a partir del año entrante, el presupuesto destinado a la educación sea el más grande de todos dentro del presupuesto nacional, por encima incluso del de Defensa y Seguridad”, recalcó.

Anunció, por ejemplo, que se van a entregar 400 mil becas, 400 mil cupos gratis en educación superior a los mejores estudiantes del Sisbén 1 y 2.

“La visión de Colombia en paz, con equidad y educada impulsa el crecimiento económico, con más trabajo y más bienestar para las familias colombianas. Por eso hay que aprendérsela de memoria. Hay que grabársela en el corazón”.

No bajar la guardia

El siguiente aparte del discurso fue relativo a la seguridad.

“Para lograr todo esto –por supuesto– necesitamos seguridad y necesitamos paz, que es la verdadera seguridad. A nuestras Fuerzas Armadas, como su comandante supremo, les digo que no podemos bajar la guardia. Tenemos que seguir dando resultados. Nuestros compatriotas esperan aún más de nosotros”, dijo el Jefe de Estado.

Recalcó que los colombianos necesitan sentirse más tranquilos y más protegidos, no solo de las bandas criminales o los grupos armados ilegales, sino también de los delincuentes callejeros que afectan nuestra vida diaria. “Por eso la seguridad ciudadana continuará siendo prioridad en nuestro gobierno”, recalcó.

Tras lo anterior, pidió que se les rindiera un homenaje sentido a los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. “Ellos han sido guardianes de nuestra democracia y nuestra libertad, y serán –Dios mediante– ¡guardianes de la paz!”, recalcó.

Relaciones internacionales

Otro de los apartes clave del discurso fue el relativo a las relaciones internacionales del Gobierno.

“A la comunidad internacional –aquí representada por dignatarios de varios países amigos y organismos internacionales– le reitero mi determinación y la determinación de mi gobierno de mantener las mejores y más respetuosas relaciones con todos los países del mundo”.

“Hace cuatro años Colombia tenía dificultades que parecían insalvables con algunos vecinos. Hoy podemos decir, con satisfacción, que –así subsistan profundas diferencias en algunos aspectos– prevalece el respeto, prevalece la amistad y prevalece el deseo de cooperación que debe existir entre pueblos hermanos. Por supuesto, siempre protegiendo nuestros intereses y nuestra soberanía”, indicó Santos.

Reiteró que “mientras el mundo se incendia en diversos escenarios de conflicto, Colombia –que busca la paz– puede y debe ser la buena noticia que tanto necesita la humanidad: la noticia de que llega a su fin el último conflicto armado del hemisferio occidental”.

Ya para cerrar su discurso, el Presidente agradeció a su familia y al nuevo vicepresidente, Germán Vargas Lleras, a quien agradeció por ser su coequipero en este segundo tiempo. “Como usted sabe hacerlo… ¡manos a la obra!”, dijo Santos a su segundo de a bordo.

Por último indicó que “a los partidos, a los ciudadanos, que acompañaron mi candidatura –porque compartieron mis propuestas o simplemente porque querían apoyar la paz– les doy las gracias por esta nueva oportunidad de servir a mi país. Soy y seré el Presidente de todos los colombianos: de los que votaron por mí… y de los que no votaron por mí. Lo seré con el corazón desarmado y el espíritu abierto. Y pido a Dios que me ilumine y me guíe en esta tarea”.

Finalizó su intervención afirmando que “a Colombia en paz, con equidad y educada no la frena nadie”.