Atrás ha quedado el miedo tras las ganancias en los XXX Juegos Olímpicos Londres 2012, en los que los 104 deportistas colombianos demostraron que tienen madera, pero ante todo, convicción de que pueden pelear con los grandes el oro, la plata y el bronce.
Los ocho logros en canchas y pistas londinenses tienen atando cabos a los dirigentes, quienes consideran que es hora de que el Estado le asigne al deporte elite muchos millones de pesos, con el fin de que se adelante un ciclo olímpico como lo exige el modernismo: con todas las comodidades y garantías para los atletas, quienes deben pensar sólo en prepararse tanto en el aspecto físico-técnico como en el intelectual; la educación también juega un papel preponderante en esta profesión.
Los elogios de los analistas internacionales son elocuentes. Arturo Wallace señaló en BBC Mundo, que ha sido notable el progreso de Colombia en el ámbito olímpico: en Londres 2012 obtuvo ocho medallas, mientras que su mejor rendimiento anterior había sido de sólo tres, en Munich 1972. El país puede presumir además de haber obtenido sus preseas en varias competiciones diferentes: ciclismo, levantamiento de pesas, judo, triple salto, taekwondo y lucha libre.
Solamente Cuba y Brasil, dos potencias deportivas acreditadas, quedaron por delante de Colombia en el ámbito latinoamericano. La actuación inspiradora de María Isabel Urrutia Ocoró en los Juegos de Sidney 2000, donde ganó el oro en el levantamiento de pesas categoría de 75 kilogramos, aceleró el proceso, según Wallace, para quien el oro de la bicicrossista Mariana Pajón, las platas del pesista Oscar Figueroa, de la saltadora de triple Catherine Ibargüen y del ciclista Rigoberto Urán, y los bronces de Yuri Alvear, Oscar Muñoz y Jackeline Rentería, no deberían tomarse como sorpresa, sino como la evolución de un país que ahora es ‘potencia’ latinoamericana, únicamente superado por Cuba y Brasil, a quienes con una preparación más eficaz se podría superar en la próxima cita olímpica.
Como se ha dicho reiteradamente en El Nuevo Siglo, Urrutia Ocoró, además de enseñarnos a ganar, también pellizcó a los dirigentes para que hicieran un cambio extremo, para que miraran con otra óptica a los deportistas, a quienes la ex medallista y ex congresista les dejó una Ley que les garantiza de por vida incentivos económicos a partir de los 50 años, como premio a la imagen que le dan a la nación, a su esfuerzo, constancia y ejemplo para las nuevas generaciones.
Mañana, según lo previsto, los medallistas olímpicos visitarán al presidente Juan Manuel Santos Calderón, y le solicitarán más apoyo, que incremente al máximo los recursos para Río 2016. En el ciclo olímpico Londres 2012, según el director de Coldeportes Andrés Botero, quien dice que nos merecemos un Ministerio del Deporte, fueron invertidos unos 40 mil millones de pesos, sin contar los dineros de las Federaciones Deportivas, de la empresa privada y de las Ligas, caso de Antioquia y Valle, que llevan entre 8 y 10 años recibiendo el respaldo de Indeportes Antioquia y de Indervalle, departamentos que luchan por ser los número uno en los Juegos Nacionales.
“El deporte debe ser una bandera”, dicen los directivos de estas regiones de donde son la bicicrossista Mariana Pajón y el ciclista Rigoberto Urán, el pesista Oscar Figueroa y la atleta Catherine Ibargüen, respectivamente. “Los jóvenes a través del deporte adquieren muchísima salud, educación y cultura”, agregan.
Después de los éxitos en Londres 2012 se ha puesto sobre la mesa si debe continuar Coldeportes o se deberá crear un Ministerio del Deporte. Muchos consideran que un Ministerio se convertiría en un nuevo ‘nido’ burocrático, mientras otros expresan que es necesario para garantizar automáticamente dinero. Así se terminaría el eterno ‘cónclave’ de que el Comité Olímpico Colombiano tenga que poner el ‘sombrero’ para que Coldeportes le gire, con base en lo que le apruebe el Ministerio de Hacienda. Allí es donde está la inconsistencia.
El Comité Olímpico, presidido por Baltasar Medina, como responsable del manejo del deporte de alto rendimiento hace un presupuesto, pero quien le da el cheque para los gastos, en su mayoría por cuotas, es Coldeportes, que es el encargado de recibir los recursos que asigna el Ministerio de Hacienda.
“Un Ministerio del Deporte dinamizaría muchas cosas. No hay que ponerse nerviosos por los cambios, los deportistas se han ganado con sudor y sacrificio un espacio. Los Juegos Olímpicos de Londres exigen dar el paso adelante, en todo. Que sea pronto, porque los Juegos Olímpicos de Río son en cuatro años y no hay tiempo para perder”, dicen quienes están de acuerdo con un cambio extremo. Los atletas cada día se entusiasman más al ver la fama, el mejoramiento financiero y hasta que les obsequien una casa por sus hazañas.