De acuerdo con informe del BID, tras varios años de análisis, Colombia implementará el Servicio Social Complementario de Beneficios Económicos Periódicos (BEPS). Este esquema, de carácter voluntario siempre y cuando no se cotice al sistema tradicional, incluye un subsidio del 20% del saldo acumulado en las cuentas BEPS, al que podrán acceder trabajadores de bajos ingresos (niveles I, II y III del Sisbén así como también beneficios más a corto plazo por fidelidad, como microseguros o rebajas en costos administrativos.
Indica el organismo que además de estos incentivos, la principal novedad reside en que los BEPS permiten realizar aportes por debajo del salario mínimo, con lo cual se relaja la barrera que este generaba para buena parte de los trabajadores y el sistema pasa a constituir un mecanismo de ahorro para trabajadores informales.
Este sistema supone una reducción progresiva de las cotizaciones sociales para que se pueda acceder a la misma pensión que en el sistema general (los aportes máximos se elevan al 4% del salario mínimo, frente al 13% en los sistemas nacional o privado), reducción que se ve compensada en parte por los aportes del Estado (el cual contribuye en la misma cuantía que los trabajadores).
Este mecanismo permitiría atraer a un buen número de trabajadores asalariados y no asalariados informales hacia el ahorro previsional.
Estos esquemas de incentivos para el ahorro previsional son en espíritu similares a otros.
Pero sus diseños difieren porque generan un cambio en la relación aportes/beneficios ventajosa para un determinado colectivo, fuera del sistema general, en vez de subsidiar una reducción del costo para todos los trabajadores de ingresos medios y bajos.
Si bien se puede aducir que esto disminuye el costo de la política, el problema fundamental que plantea está asociado a los incentivos y posibles distorsiones de la actividad económica, con lo cual la política de menor costo fiscal no es siempre la mejor. Más importante, la principal preocupación es que estos instrumentos se conviertan en regímenes paralelos para informales que compitan con los sistemas contributivos de los países y que desincentiven la transición hacia el trabajo formal.