Con la adhesión de Colombia al Convenio de Minamata sobre Mercurio estaría entre los países con la legislación más avanzada para el adecuado manejo de este metal líquido con el fin de prevenir sus efectos sobre la salud humana, pues de antemano aprobó la Ley 1658 de 2013 por medio de la cual reglamentó el uso, importación, producción, comercialización, manejo, transporte, almacenamiento, disposición final y liberación al ambiente de este elemento en las actividades industriales.
El Convenio de Minamata sobre Mercurio tiene como objetivo principal proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones antropogénicas de este elemento y sus compuestos. Para estos efectos, establece disposiciones para reducir el suministro y el comercio de mercurio, así como de ciertos productos y procesos que usan esta sustancia.
El 10 de octubre de 2013 el Convenio fue adoptado y oficialmente abierto a la firma de los países. En esta fecha Colombia, a través de su representante Plenipotenciario, firmó el Convenio, expresando así su voluntad de ratificarlo. A la fecha, el Convenio de Minamata ha sido firmado por 128 países y ratificado por 35. Se requiere que el tratado sea ratificado por 50 países para que entre en vigor.
En consideración a que la toxicidad del mercurio y sus compuestos, así como su capacidad de bioacumularse y de transportarse largas distancias (movilidad) constituyen una problemática global, el Consejo de Administración del Programa Mundial para el Medio Ambiente (Pnuma), propuso elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre el mercurio y pidió al Director Ejecutivo que estableciera un Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) para tal efecto.
El 12 de octubre del año anterior fue presentado por el Gobierno al Congreso el Proyecto de ley número 158 de 2016 Senado, por medio del cual Colombia ratifica su adhesión al Convenio de Minamata sobre Mercurio.
Esta iniciativa de ley contó con la firma de los ministros de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín; Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture; Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo; Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria Uribe; y Minas y Energía, Germán Arce Zapata.
Este Proyecto fue aprobado en abril pasado en primer debate en la Comisión Segunda del Senado y ya cuenta con ponencia positiva para su segundo debate en la plenaria de esta Corporación, a partir del 20 de julio venidero.
Dicha Comisión aprobó una proposición radicada por los ponentes en la cual se solicita al Gobierno nacional adelantar unos foros regionales entre el Ministerio de Minas y Energía, Ministerio de Medio Ambiente y los mineros informales, para que conozcan los efectos del convenio, las nuevas técnicas de trabajo y los procesos de legalización.
Efectos en el país
El mercurio es una sustancia altamente tóxica que afecta de manera grave el sistema neurológico de las personas y tiene consecuencias a largo plazo en la salud de la población. Sus consecuencias en el ambiente son igualmente graves: su capacidad de bioacumularse en las cadenas alimenticias puede llegar a ser extremadamente tóxico para la fauna y es un contaminante de las fuentes y los recursos hídricos, explica la iniciativa gubernamental.
Añade que después de Chocó y Bolívar, Antioquia es el departamento con mayor índice de contaminación por mercurio en el país. En el mundo, Colombia ocupa el tercer lugar, debido a que el país libera al año unas 205 toneladas de mercurio de las 590 que importa. Distintos reportes mundiales, como el de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, revelan índices alarmantes de contaminación acuática, terrestre y atmosférica. El Estudio Nacional del Agua estimó que 205 toneladas de mercurio terminan al año en los ríos de Colombia. El boom de la minería ilegal está convirtiendo los afluentes de 17 departamentos del país en autopistas contaminadas.