Cuando se acerca el tercer año del Tratado de Libre Comercio, TLC, entre Colombia y Estados Unidos, el balance para muchos empresarios es que para aprovechar mejor ese mercado, Colombia debe duplicar sus exportaciones no tradicionales y no depender de los combustibles.
Precisamente ese desplome de las ventas nacionales de hidrocarburos, es lo que ha hecho que en el último año el país haya pasado de un superávit comercial a un déficit superior a los US$7.000 millones.
Entre enero y febrero de este año, la balanza sigue siendo deficitaria y llegó a US$1.337,7 millones. Las importaciones originarias de Estados Unidos cayeron 10,7%, y contribuyeron con -3,5 puntos porcentuales a la variación total, al pasar de US$3.197,8 millones en los dos primeros meses del 2014 a US$2.854,1 millones en el mismo periodo de 2015.
A su vez, las ventas a Estados Unidos en enero y febrero de 2015 registraron una caída de 41,6%, aportando -11,9 puntos porcentuales a la disminución de las exportaciones totales, pasando de 2.603 millones en el mismo periodo de 2014, a 1.520,4 este año.
Destinos
Hoy Estados Unidos sigue siendo el mayor destino de exportaciones colombianas tomando el 25,7% del total de ventas al exterior, lo que significa que el mercado nacional está más integrado con el americano que el resto de los países de la región, después de México.
La creciente recuperación de la economía estadounidense, la consecuente fortaleza del dólar y el Tratado de Libre Comercio, son garantes para que Colombia logre subsanar el vacío en la balanza comercial binacional que dejaría pasar de los US$13 mil millones en exportaciones petroleras de 2013 a los US$8.500 millones que se prevén para este año.
En un reciente foro donde se analizó el comportamiento del intercambio entre los dos países, se concluyó que Colombia debe elevar sus exportaciones no tradicionales a Estados Unidos a los US$10 mil millones para sopesar la disminución de las exportaciones de hidrocarburos a ese país, valuada en US$5 mil millones, que se pronostica para este año dada la caída internacional de los precios del petróleo.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, durante un conversatorio sobre el impacto de la recuperación económica de Estados Unidos en Colombia organizado por la Cámara de Comercio Colombo-Americana y la Fundación Buen Gobierno, señaló que hay una serie de productos nacionales que ya tienen presencia en Estados Unidos y que cuentan con una oferta productiva reforzable para alcanzar la meta de duplicar las exportaciones; incluye flores, productos agropecuarios, confecciones, calzado y plásticos.
“La instrucción del Gobierno nacional es de trabajar directamente con los empresarios para identificar los cuellos de botella y las restricciones que impiden el aumento de este tipo de exportaciones”, declaró el jefe de la cartera de Hacienda.
Gran potencial
Al respecto, Jason Furman, presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente Barack Obama, afirmó que “Colombia tiene potencial sustancial para expandir sus exportaciones y cuenta con un campo de juego nivelado en Estados Unidos para lograr ese objetivo. Lo decisivo es que Colombia haga las inversiones pertinentes en esos sectores”.
Sin embargo, en su ambición de duplicar sus exportaciones no tradicionales a Estados Unidos, Colombia se enfrenta con una fuerte competencia de parte de las demás economías latinoamericanas. Según cifras del Ministerio de Hacienda, hoy el país es fuente del 0,1% de las importaciones manufactureras de Estados Unidos, mientras Brasil representa el 0,9% y México el 13%. En cuanto a productos agropecuarios, Colombia se posiciona sobre el 1,4% de Perú con un 1,7%, pero debajo de Chile y Brasil con 3,5% y 3,6%, respectivamente.
Actualmente, el gobierno estadounidense estima que Colombia cuenta con factores que promueven un ambiente macroeconómico favorable para el crecimiento económico estable, como una tasa de cambio flexible, y que exhibe indicadores que generan confianza de mercado, como lo son tasas de pobreza y de desempleo en constante reducción.
Para Jason Furman, quien asesora la política económica de la administración Obama, tanto Estados Unidos como Colombia están luchando contra los efectos de una desaceleración global de la demanda. Furman destacó la resiliencia de la economía colombiana en este contexto al señalar que “aún con la caída de los precios del petróleo, la economía de Colombia creció 4,6% durante 2014” y que es “una de las que crece más rápidamente en Latinoamérica”.
Una respuesta eficiente y efectiva de parte de Colombia para hacerle frente a la disminución de las importaciones americanas de productos del sector de hidrocarburos, y a sus efectos negativos sobre el desempeño de las exportaciones colombianas, es clave teniendo en cuenta al menos dos grandes factores.
En este orden de ideas, Colombia debe apostarle a su oferta exportadora no tradicional, es decir, la que no incluye café, petróleo, derivados de petróleo, carbón y ferroníquel. Para Camilo Reyes Rodríguez, director Ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombo-Americana, “las oportunidades de crecimiento que tenemos en el sector de las no tradicionales deben explotarse. Sólo en 2014, Colombia exportó más de US$4.900 millones en productos agropecuarios, agroindustriales e industriales. Desde que entró en vigor el TLC con Estados Unidos hemos llevado más de 434 productos al mercado americano por primera vez, la mayoría de ellos no tradicionales. En este sentido, también debemos capitalizar el hecho de que Estados Unidos ha sido una de las pocas grandes economías mundiales que ha crecido en años recientes”.
El sector de hidrocarburos ha sido el más perjudicado en el comercio binacional entre Colombia y EU. /ENS