Vannesa Romero
Enviada Especial
Con el fin de generar un crecimiento económico sostenido de largo aliento, Colombia podría mejorar sus políticas públicas traducidas en un aumento de innovación.
Esta fue la sugerencia del Nobel de Economía 2004 Finn Kydland, en el marco de SUMA, la Convención Científica Colombiana convocada por Colciencias, con el apoyo de la Universidad de Cartagena, la Universidad Nacional, Renata (Red Nacional Académica de Tecnología Avanzada), Social Colectivo (Fundación) y Semana.
Kyland explicó que la ciencia, la tecnología e innovación (bautizadas con la letra Z por el Nobel) es central para el crecimiento económico.
“Necesitamos saber la formación de capital de trabajo (bautizada con la letra K) para que el país tome ventaja, por lo que la mano de obra (bautizada con la letra L) también es importante pues algunos países crecen rápidamente porque las personas se vuelven más habilidosas para producir cosas”, dijo.
Integración
En otras palabras, resaltó que la integración de las políticas macroeconómicas de un país, van directamente relacionadas con la tecnología y la investigación. Por ello insistió en que “sería un incentivo para el gobierno de cambiar sus políticas, y posiblemente sería otro de los asuntos que pueden dar malos resultados sin importar las buenas intenciones que se tengan”.
Esta sugerencia la dirigió no solo a Colombia, sino a los países que quieran aprender del bueno y mal uso de las políticas públicas.
Es así que puso como ejemplo el alto porcentaje del PIB que registran países como Corea o China, y al referirse a este último destacó como contraproducente que “allí casi todo el sistema bancario está en las manos del gobierno. El Estado controla los bancos y las compañías del gobierno obtuvieron créditos fáciles hasta hace un par de años atrás, cuando tenían acceso a mano de obra barata”.
En su opinión, estas compañías del Estado podrían mostrar ganancias y ser particularmente innovadoras, lo que contrasta con que las pymes emprendedoras, “que vienen siendo los motores detrás del movimiento del comportamiento tecnológico y de los cambios, tienen más dificultad para acceder a créditos y generar sus ideas”.
Dijo que China ha crecido bastante sin importar esta situación, pero “es algo que en algún momento les generará un problema. Esto significa que ha habido una mala distribución de los recursos, de lo contrario hubiese crecido más rápido”.
Banca
Es allí cuando hizo referencia a la importancia del sistema bancario, y trajo a colación el caso de Italia.
“Allí debieron haber puesto atención, y cualquier país debe poner atención, al uso correcto del sistema financiero. Un ejemplo son países que se encontraron en la misma situación en 1982 Chile y México”, añadió.
Precisamente, debido a los malos manejos de sus productos principales, cobre en el caso de Chile y petróleo en el de México, “el sistema bancario tuvieran problemas. El gobierno decidió qué bancos eran viables pues durante 3 años fueron privatizados. Las tasas de interés del mercado empezaron a cambiar”.
Adujo que en México, los burócratas eran quienes determinaban quiénes accedían a los créditos, y obviamente favorecían a las grandes compañías desprotegiendo así a las pequeñas.
También se refirió al caso de Argentina en donde el gobierno juega un papel importante, “porque se puede concentrar en poner desarrollo e investigación y que sea lógico para la sociedad en general.”
Allí se sufrió una década perdida pues “el PIB cayó un 20% en 10 años, luego creció a un ritmo bastante alto durante 8 años y después volvió a colapsar. Cayó más del 20% y en un periodo mucho más corto pues fue en 4 años”.
En medio de esta crisis, Argentina ha sido afortunada “porque los precios de los productos, de los bienes que tienen en abundancia, como los agrícolas y los minerales han sido altos, pero si vemos más allá el crecimiento y su capacidad productiva ha estado retrasada”.
El impulso de los negocios
Kydland indicó durante su intervención que las fuerzas conductoras detrás de los ciclos de negocios, traduce que “la macroeconomía se ha vuelto una ciencia”, por lo que recordó uno de los experimentos que realizó con otro investigador cuando aplicó un “experimento computacional”.
Ponían a unas personas al frente de un computador para estudiar su comportamiento ante los distintos ambientes económicos, y se preguntó: “si los cambios tecnológicos fueran la única fuente de las fluctuaciones de los ciclos de negocios, cuánto de estos ciclos no se verían afectados”.
Al poner como ejemplo el caso de EU en un periodo de posguerra, “dos tercios de ciclo de negocios se afectarían si la tecnología fuera la única fuente de cambio”, y “un tercio sería afectado por los cambios de las políticas económicas”.
Prestar atención a decisiones
El Nobel, durante su conferencia sobre el Impacto científico y tecnológico en la economía mundial, puso como ejemplo que Irlanda cometió errores en sus políticas tributarias.
“El gobierno irlandés falló en que no puso suficientes regulaciones en el sector bancario, para mantener a los bancos alejados de los malos comportamientos”, y los bancos entraron en el juego de la burbuja inmobiliaria, “y cuando llegó la crisis financiera entraron en grandes problemas”.
El gobierno tomó la decisión desafortunada de ayudar a los bancos que no habían cumplido con las normas y “sin importar ese mal comportamiento le colaboraron pues pusieron los incentivos incorrectos para el mal comportamiento bancario”.