Otro campanazo de alerta respecto a los indicios de la denominada ‘Enfermedad Holandesa’ en el país fue expuesto por los congresistas ayer en el Legislativo, al alegar que no se puede negar el actual panorama de país.
Para el senador liberal Camilo Sánchez, varias son las situaciones que así lo demuestran pues “el 80 por ciento de los ingresos lo está produciendo el sector petrolero y minero, y hemos decaído en el café, en los sectores más importantes del sector agropecuario. Si eso no es caer en la enfermedad holandesa entonces cuál es”.
En su opinión, el país vive actualmente “una revaluación rampante, las importaciones crecen de una manera excesiva e insisten en que eso es una enfermedad holandesa”.
Por su parte, la congresista Maritza Martínez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), afirmó que “si bien entre 1979 y 1990 el aporte del sector agropecuario al PIB comenzaba a disminuir, la participación era del 20 por ciento, y con la política de apertura comercial de los 90 esa cifra disminuyó hasta el 10 por ciento y hoy apenas aporta un 6 por ciento”.
Fue enfática en decir que el sector minero-energético genera el 1 por ciento del empleo del país, representando unos 236.000 puestos, y el sector financiero “que es el consentido ocupa apenas 269.000 personas, mientras que en el agro unos cuatro millones de campesinos, que es el 18 por ciento del total nacional, encuentran sustento”.
Por ello, insistió, “el efecto social que tiene la agricultura es inmenso: da trabajo, provee alimento y arraiga al campesino a la tierra, evitando así fenómenos de desplazamiento”.
Para el senador del Polo, Jorge Enrique Robledo, “todo el agro nacional está desapareciendo y las protestas pasadas no son una sorpresa sino un campanazo de alerta”.