Se pensaba que los Tratados de Libre Comercio se limitaban a la transacción de bienes y servicios y que había que preparar al país para tener una producción competitiva, defender el nicho de mercado interno y tener una posición agresiva para exportar. Sin embargo, el mundo empresarial multinacional nos da otra lección. Hoy se mueve distinto. Las noticias que nos llegan dan cuenta de que hoy Colombia tiene un gran atractivo para la inversión en ganadería de leche y en la industria conexa. ¡En lugar de llevar leche y derivados a Colombia, produzcámosla allá!, hacia donde se mueve el mundo.

Las señales de las grandes multinacionales de la industria han apuntado desde hace mucho tiempo al oriente, especialmente a China e India. Hoy la industria de alimentos –carne y leche–, también apunta hacia allí, no sólo para beneficiarse de un gran mercado (cerca de 2.600 millones de habitantes entre los dos países), sino de la mano de obra barata y de la ya amortizada tecnología al llevarla –con todo y fierros– hacia esos destinos.
Nuestro continente no se escapa de esa tendencia. Y Colombia menos.
Poco después de firmarse el TLC con Estados Unidos y de ratificarse el de la UE por parte del Parlamento Europeo, el giro del mercado nos muestra la tendencia: a la par de unas importaciones no tan grandes en volumen, en el sector lechero se registraría una implosión con un comienzo de importantes dimensiones. Eso significa que no tendremos que esperarnos a los plazos pactados en los TLC para darnos cuenta de que estaremos consumiendo leche neozelandesa o de otro país producida en los Llanos Orientales de Colombia o en otra región del país.

La incursión neozelandesa

El modelo de producción de leche neozelandés ya es una tradición dentro de los estudiosos del sector. Tal vez lo que resulta novedoso es la institucionalidad que lo respalda para expandirse y venderle al mundo tecnologías agropecuarias y asistencia a proyectos ganaderos de gran escala, con el gancho de facilitar la adopción de sistemas y tecnologías de bajo costo, entre otros.

Esta avanzada la realiza a través de un consorcio comercial de empresas líderes neozelandesas (Dairy SolutioNZ) soportada por Waikato Innovation Park. Su objetivo es brindar asistencia a estos grandes proyectos lecheros para que sean los mejores hatos y fábricas llave en mano, incluyendo desarrollo y operación de servicios. En este sistema la producción de carne es un subproducto de la industria lechera y constituye un valor agregado significativo.
Hoy la inversión de Nueva Zelanda a través de Dairy SolutioNZ está presente en China, Estados Unidos y Brasil.

En Brasil se ubica en la región suroeste de Bahía, específicamente en la ciudad de Jaborandi. La atención se centra en la ganadería de leche con el uso de alta tecnología -en especial los grandes pivotes centrales-, además del desarrollo de una nueva raza de ganado, la kiwicross, llamados genéricamente kiwi, como la fruta.

Los consultores neozelandeses creen que pueden producir en Bahía tres veces más leche por hectárea que en su país de origen. Consideran que Bahía ofrece un perfil de la producción regular a lo largo del año, sin tener que hacer el ensilaje o el uso de otros suplementos durante el invierno.
En Colombia, los neozelandeses le están apuntando a un ordeño de 80 mil vacas en la altillanura, con tres proyectos: uno de 50 mil vacas, y otros dos de 10 mil ejemplares cada uno que se trabajarán con socios colombianos. Es un proyecto que esperan culminar en 10 años, con una planta pulverizadora que será surtida por un ordeño de 30 mil animales.

Tal como lo registró Vanguardia, los informes señalan que no solamente traerán el tipo de pastura sino también la genética. Se trata del kiwicross, desarrollado en Nueva Zelanda y es predominantemente un cruce de razas Jersey y holandés, pero adaptada a los pastos. Raza que promete tener animales con buena producción de leche, fértiles y de fácil manejo.

Chile también plantea el uso de la raza kiwicross. Se inclina por el uso de un tipo de ganado que produzca leche con un mayor contenido de sólidos, con la meta de aumentar en un plazo de 10 años, a 7,6% el contenido de sólidos (actualmente está en 7,1%) en esa estrategia de desarrollo competitivo para el período 2010-2020. Como dato interesante de ese país es que está reemplazando la unidad de medida de litros de leche por vaca o hectárea por kilos de sólidos por vaca o hectárea.

Israel también viene

Los israelitas no se quedan atrás. Con el mismo propósito –establecer mega hatos– está mirando regiones de Colombia.

El riego, otro de los secretos

Otro factor que hace eficiente al modelo neozelandés es el manejo del riego. En Bahía (Brasil) tienen instalado cuatro pivotes de 425 metros de alcance, y cada uno cubre 56 hectáreas, con la capacidad de carga promedio de 600 UA pivote (unidades animal). Cada UA corresponde a una vaca de 450 libras. Cada uno de los pivotes en su centro alberga una sala con una capacidad de 450 a 550 vacas por hora. A esto se suma la suplementación con granos.

Repetir la estrategia china

Si bien son proyectos grandes cuya inversión demanda tiempo para su amortización, es evidente que más tarde que temprano tendrán injerencia en la formación interna de precios. Lo importante por lo pronto es aprender de estos modelos e internar sus sistemas, que se soportan en bajos costos y uso de tecnologías. Hablando coloquialmente, ¡si no puedes con el enemigo, únetele! Algo así como los chinos hacen con todo el mundo.