La lección que dejó el partido ante Venezuela y el futuro del equipo dirigido por José Pekerman plantean grandes dudas y permite hacer una radiografía del momento actual de una Selección que llegó como favorita a la Copa América y que hoy es vista muy lejana del nivel que la llevó a recibir elogios por montones en el Mundial del año pasado. Frente a los auriverdes, la percepción puede cambiar del cielo a la tierra por aquello de que es un rival que juega y deja jugar. 10 razones para entender lo que sucede.
1. Predecible
La Selección Colombia se convirtió en un equipo fácil de analizar por parte de sus rivales debido a que mantiene una estructura invariable desde el arribo de José Pekerman y por ello los rivales saben cómo enfrentarla y anular a sus jugadores clave.
2. Sin elemento sorpresa
Por falta de una evolución, a esta Selección le está sucediendo lo mismo que a la de Francisco Maturana o Hernán Darío Gómez y es que al principio su esquema fue novedad, pero no le ha añadido ningún elemento que sorprenda a sus rivales.
3. Defensa lejos de su nivel
Desde que se anunció que Mario Yepes y Amaranto Perea no volverían a vestir la camiseta tricolor, empezaron los temores y a pesar de que hay jugadores que los pueden relevar, todavía están muy distantes del nivel de los dos, con el agravante de que los que para el técnico son titulares, en sus clubes son suplentes, como lo había advertido EL NUEVO SIGLO.
4. Primera línea de volantes
La primera línea de volantes también había generado dudas por la lesión de Abel Aguilar y la no convocatoria de Aldo Leao Ramírez, dos jugadores de corte diferente al de Carlos Sánchez y Edwin Valencia, por cuanto saben con el balón y le dan salida al equipo cuando los volantes creativos no aparecen o los laterales no se proyectan como sucedió ante Venezuela cuando Zúñiga y Armero estuvieron pero no jugaron.
5. La segunda línea de volantes
Todas las miradas recaen sobre James Rodríguez pero el 10 necesita acompañamiento y Juan Guillermo Cuadrado parece estar sintiendo los 4 meses que lleva de banca en el Chelsea. Si los dos no funcionan, los atacantes fracasan. Y Pekerman no dispone de un hombre que marque diferencia, ni siquiera Edwin Cardona, que pueda darle la mano a James. El indicado era Juan Fernando Quintero pero se lesionó y Macnelly Torres fue “borrado” por completo.
6. La delantera
Falcao García acusó su falta de ritmo, extrañó a Teo Gutiérrez que ha sido su compañero habitual y se le entregó una responsabilidad que le pesó. ¿Hubiera sido mejor llevarlo despacio y darle minutos de a poco? El técnico, por lo que se ha visto, tendrá que jugársela con parejas: Falcao-Teo o Jackson Martínez-Carlos Bacca.
7. A Pekerman le faltó arriesgar
Desde un principio se sabía que Pekerman no arriesgaría y que jugaría con sus hombres de confianza así no estuvieran en un buen nivel. A parte de ello esperó a que la Selección fuera perdiendo para mover sus fichas y en los cambios se le notó desesperado puesto que lo que hizo fue enviar a la cancha a todos los delanteros, pero no buscó un socio que le diera una mano a James. También le faltó arriesgar a la hora de hacer la convocatoria y llevar a jugadores que estaban mejor que los de su confianza y que eran titulares en sus equipos.
8. James, ¿solo?, ¿cansado?
James ha tenido mucha actividad tras el Mundial y podría estar acusando el desgaste, pero además es claro que necesita quién lo acompañe, primero desde atrás, bien sean los laterales o uno de los volantes de primera línea y en esta Selección no hay uno que esté en forma para que sea su socio ideal.
9. Faltaron jugadores
Las lesiones dieron al traste con lo que pretendía el técnico Pekerman, puesto que perdió jugadores que para su esquema son clave, pero además le faltó visión y arriesgarse con hombres que han estado en el proceso, especialmente los que actúan en el fútbol colombiano porque era evidente que la defensa, la primera línea de volantes, más Cuadrado y Falcao García no llegarían en un 50 % de su capacidad real y que la banca los ha minado.
10. Los rivales
Otro factor para tener en cuenta es el de los partidos amistosos o de preparación. Los rivales que concreta la Federación -que piensa más en el dinero que en cualquier otro aspecto-, no son de la categoría que se requiere para medir la capacidad actual de la Selección. El único rival de campanillas fue Brasil y se perdió. Ahora en la Copa América a Colombia le toca cambiar su imagen, justo frente a la Canarinha, ¿nos sorprenderá Pekerman cambiando por lo menos los laterales, un volante de marca por uno de más salida y con un ataque Jackson-Bacca?