Coletazo del crudo afectará acciones, finanzas, IPC y PIB | El Nuevo Siglo
Lunes, 29 de Diciembre de 2014

Ni las acciones, las finanzas públicas y mucho menos el Índice de Precios al Consumidor, UPC y el Producto Interno Bruto, PIB, se salvarán del desplome de los precios del petróleo.

Esta situación, además del impacto que ya se está reflejando en la apreciación del dólar y la consiguiente devaluación del peso será el principal factor que va a frenar el crecimiento de la economía en 2015, de acuerdo con los analistas.

Señalan los expertos que después de caer casi 40% en el segundo semestre de 2014, para 2015 se espera que los precios internacionales del petróleo fluctúen en un rango entre 58 dólares y 73 dólares, con un valor esperado para el promedio de las referencias WTI y Brent de 65,5 dólares por barril.

Señalan los investigadores del Bancolombia, que el impacto del choque del precio del petróleo sobre la economía dependerá de si se trata de un fenómeno temporal o permanente. Hasta el momento, la visión de los expertos es más cercana a la segunda apreciación.

La fuerte corrección en los precios del crudo ha generado una alta incertidumbre en los impactos que las compañías petroleras puedan tener de cara a 2015, lo que ha ocasionado correcciones significativas durante los últimos tres meses; esto ha llevado al equipo de Investigaciones Económicas a poner los activos de Ecopetrol, Pacific Rubiales y Canacol Energy bajo revisión.

Teniendo esto en cuenta, el equipo de Investigaciones Económicas de Bancolombia prevé que este choque puede ocasionar que el déficit comercial se ampliaría de casi 3.000 millones de dólares en 2014 a 6.900 millones de dólares en 2015. La caída estimada de 26% en el valor de las exportaciones de petróleo contrastaría con una recuperación en el resto de la oferta exportable y con una contracción de las importaciones.

Asimismo se espera que el déficit en cuenta corriente en 2015 podría superar el 5% del PIB. El mayor déficit comercial sería, en parte, compensado con un menor giro de utilidades al exterior. En la cuenta financiera se reducirían los flujos de inversión directa y de portafolio, lo que generaría una disminución de los activos de reserva.

De la misma forma, se proyecta que la tasa de cambio fluctúe en 2015 en un rango entre 2.350 pesos y 2.450 pesos, con promedio en 2.400 pesos y cierre en 2.350 pesos. En caso de profundizarse la tendencia actual, el Emisor podría terminar su programa de compras diarias de dólares y adoptar mecanismos de intervención en el mercado cambiario, tales como subastas para el control de volatilidad o desacumulación de reservas internacionales.

Del lado positivo, la actual coyuntura promueve condiciones para una recuperación sostenida de sectores transables como la industria y la agricultura, así como para recomponer y diversificar la oferta exportable del país.

En este mismo sentido, el choque petrolero puede afectar las cuentas del Gobierno Nacional. En este escenario, la diferencia entre el déficit previsto y el efecto podría llegar a ser de  0,8% en 2016.

Sin duda, los precios del crudo han aumentado la probabilidad de ocurrencia de nuestro escenario bajista de crecimiento para 2015, que establecimos en 3,9%. Desde la demanda, el choque tendría impactos en el sector externo, y en menor magnitud en la inversión pública y privada y el consumo privado.

Como producto de la depreciación cambiaria esperada, la inflación total podría incrementarse hasta en 100 puntos básicos. Sin embargo, esta aceleración podría compensarse parcialmente con el efecto bajista producido por la caída en el precio del petróleo y la desaceleración de la demanda agregada.

En la medida en que las expectativas de inflación se mantengan dentro del rango-meta, el margen de maniobra del emisor para realizar una política monetaria más expansiva será mayor.

 

La caída de los precios del crudo va a impactar en variables económicas que son fundamentales para el país. /ENS