Aunque el Tribunal de Cundinamarca reconoció que en el caso del suicidio de Sergio Urrego sí hubo discriminación por parte del Colegio Gimnasio Campestre y “hubo una vulneración en los derechos a la educación, se basó en una censura subjetiva con tintes morales, que constituyó una intromisión a la intimidad”, la familia del joven no quedó satisfecha.
A través de su abogado los Urrego indicaron que la Corporación se quedó corta en las medidas de reparación y que necesario que por lo menos pida excusas públicas o que se modifique el manual estudiantil.
A partes del fallo explican que no ser compulsarán copias, sin embargo el defensor de la familia aseveró que impugnarán la decisión para que sea finalmente el Consejo de Estado quien tome decisiones de fondo en estos casos.