Tras haberse acogido a formulación de cargos para sentencia anticipada ante la Fiscalía, el ex coordinador del grupo de gestión del Incora del municipio de Plato (Magdalena), Ernesto Martín Gámez Goelkel, fue condenado a cumplir 62 meses y 12 días de prisión por el Juez Penal del Circuito Especializado Adjunto de Santa Marta.
 

Gámez Goelkel aceptó ante un fiscal antiterrorismo haber incurrido en los delitos de concierto para delinquir agravado en concurso heterogéneo con desplazamiento forzado agravado, falsedad ideológica y material en documento público, y falsedad personal.
 

De acuerdo con la investigación, según documentos encontrados en una caleta de las autodefensas en el municipio de San Ángel (Magdalena) en 2006 permitieron establecer a miembros del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, la colaboración prestada por algunos funcionarios del Incora al jefe paramilitar, Rodrigo Tovar Pupo,  alias Jorge 40, para que éste adquiriera propiedades rurales.
 

Los predios en cuestión son: El Encanto y Bejuco Prieto, ubicados en el municipio de Chivolo (Magdalena) que fueron adquiridos inicialmente por el Incora  y divididos en parcelas adjudicadas como  unidad agrícola familiar en 1991. Los primeros beneficiarios de tales adjudicaciones debieron abandonar los terrenos, entre 1996 y 1997,  por las presiones e intimidaciones de las autodefensas que delinquían en la región.
 

En razón del abandono durante los años 2002 y 2003 fueron revocados los títulos de propiedad de los campesinos y se hicieron  nuevas adjudicaciones, algunas de las cuales tienen conexión con los documentos encontrados en la mencionada caleta, entre estos, un listado de nombres con números de cédulas para adjudicar parcelas a testaferros de Tovar Pupo.