Coalición santista dominará Congreso | El Nuevo Siglo
Domingo, 9 de Marzo de 2014

Una cerrada lucha entre el uribismo y los partidos más fuertes de la coalición de Unidad Nacional era la tendencia que marcaba anoche el conteo de los votos para Senado.

Los boletines de la Registraduría, contabilizados más del 40% de los votos, indicaban que la sorpresa era el Centro Democrático, ya que se ponía al frente de las mayores votaciones, mientras que en un segundo grupo se rotaban la punta el Partido Conservador, La U y los liberales.

El guarismo que sumaba el conservatismo echaba por tierra las encuestas de las últimas semanas en torno a que a la colectividad azul le iría muy mal en los comicios parlamentarios. Sin embargo, era claro que a la hora de las urnas, la votación conservadora, que es muy fuerte en zonas rurales, se haría sentir.

De otro lado, reflejando el evidente coletazo del uribismo, el partido de La U se proyectaba en segundo lugar de la votación, luego de que en los comicios parlamentarios de 2010 fuera la colectividad más votada en el Senado y la Cámara. Aunque la tendencia todavía no se podía señalar, pues, como se dijo, apenas se había reportado un poco menos de la mitad de la votación, lo cierto es que el llamado “partido de Gobierno” iba rumbo a ser el más perjudicado en el nuevo mapa político.

 

Otros partidos

 

El Partido Liberal también se rotaba la punta en este lote de partidos que perseguía al Centro Democrático. Sin embargo, era claro que todavía faltaban por entrar los datos de zonas rurales de la Costa y otros departamentos en donde las toldas rojas han sido tradicionalmente fuertes. Sin embargo, era claro ya que sería muy difícil que ese partido pudiera superar los 17 escaños que tiene en el Congreso que termina su periodo a mitad de año.

En la parte baja de la tabla, la situación era muy algo complicada para Cambio Radical pues si bien se preveía que podría pasar el umbral electoral, no se vislumbraba si sería posible que superara las ocho curules en Senado que obtuvo en 2010.

La cuestión era más crítica para el Polo, pues sus guarismos en los primeros boletines indicaban que su votación era muy baja, sobre todo en zonas en donde años atrás mantenían una fuerte base de electores. Aún así, la esperanza estaba centrada en qué tanto podría jalonar el senador Jorge Enrique Robledo, que ya se destacaba como el candidato de este partido con más votos.

Uno de los partidos más bajos en los primeros resultados de la Registraduría era la Alianza Verde, en donde se temía que corría el riesgo de no sobrepasar el umbral, lo que significaría un duro golpe para una colectividad que es nueva en el panorama político, pues resultó de la unión entre el Partido Verde y el sector petrista de Progresistas.

La izquierda, en ese orden de ideas, iba rumbo a una de sus peores votaciones en la última década y media, lo que podría interpretarse como una factura de cobro del electorado por escándalos como los del ‘carrusel de la contratación’ en el mandato de Samuel Moreno y ahora todo el rifirrafe por la destitución del alcalde Gustavo Petro.

Tampoco era muy bueno el horizonte para Opción Ciudadana, antiguo PIN, ya que prácticamente era el último entre las colectividades que tienen hoy asiento en el Congreso.

 

Más del 10%

 

Otra de las sorpresas de la jornada corría por cuenta del monto de los votos en blanco, nulos y no marcados, que se acercaban ya a un promedio del 10 por ciento del total de sufragios.

Sin duda se trata de un fenómeno bastante complicado toda vez que se suponía que con las campañas pedagógicas y las nuevas reformas al sistema de votación, ese porcentaje, sobre todo el de sufragios nulos y no marcados, bajaría de forma sustancial.

En cuanto a la abstención, todo hacía pensar que al final de la jornada los índices serían muy parecidos a los que se presentaron hace cuatro años, cuando se contabilizaron un poco más de 13 millones de votos.

 

Dominio santista

 

Lo quedaba anoche claro era que las proyecciones en torno a que el nuevo Congreso sería un pulso entre la coalición santista y el uribismo, terminaron cumpliéndose.

Sin embargo, al sumar las votaciones de La U, el Conservatismo, el Liberalismo y Cambio Radical era evidente que la coalición seguiría manteniendo el dominio en el Senado y la Cámara de Representantes. Podrían, incluso, ponerse por encima de las 60 curules, que por más que el Centro Democrático se erigiera como la colectividad más votada, no podrían bloquearle la agenda a un eventual gobierno reelecto del presidente Santos.

Así las cosas, es claro que los pronósticos del uribismo en torno a que podrían conquistar alrededor de 40 curules en el Senado finalmente no se cumplieron, en tanto la coalición santista quedó muy cerca de los guarismos que se habían previsto.

Este nuevo mapa político no varía en forma sustancial el escenario que venían pintando las encuestas sobre preferencias presidenciales, pues es claro que la Unidad Nacional triplica los votos de las toldas del exmandatario. Ello, faltando menos de 80 días para la primera vuelta en las elecciones de la Casa de Nariño, sin duda marca una tendencia que será difícil de cambiar.