Donald Trump obtuvo una gran victoria este sábado en Carolina del Sur, que lo cimienta como el favorito entre los republicanos, mientras que Hillary Clinton le inyectó un necesitado aire a su campaña, en las primarias hacia las presidenciales estadounidenses de noviembre.
Los triunfos del grandilocuente multimillonario de 69 años y la exsecretaria de Estado, de 68, reconfortan a estos candidatos, a pocos días del 1 de marzo, cuando en el llamado "supermartes" once estados tengan sus primarias.
En Carolina del Sur, Trump confirmó en las urnas lo que las encuestas han señalado desde el año pasado: que es el favorito para ganar la nominación de los republicanos en la carrera hacia la Casa Blanca para reemplazar a Barack Obama.
Pese a haberse contabilizado una pequeña parte de los votos en el estado del sureste norteamericano, ante la diferencia entre Trump y sus rivales, varias cadenas estadounidenses proyectaron de una vez el triunfo del magnate, que ha conquistado a un electorado republicano que busca un "outsider" antisistema.
El senador ultraconservador Ted Cruz y su colega Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, batallaban por el segundo lugar, según las proyecciones.
Por detrás llegaban el exgobernador de Florida Jeb Bush, el gobernador de Ohio, el moderado John Kasich, y el médico retirado Ben Carson.
Pese al apoyo que le brindaron en los últimos días su hermano, el expresidente George W. Bush, y su popular madre Barbara, la campaña de Jeb Bush no termina de despegar, por lo que los llamados a que abandone la carrera podrían intensificarse.
Donald Trump perdió frente a Cruz en Iowa, donde comenzó el proceso de primarias, pero luego tuvo una fácil victoria en New Hampshire.
"Trump está imbatible, eso es lo que podemos concluir hoy", dijo a la AFP Dwight Kelly tras conocerse el triunfo del magnate en un evento de campaña a favor del multimillonario en Spartanburg, Carolina del Sur.
- Necesitado triunfo -
Hillary Clinton logró una necesitada victoria este sábado frente a su rival Bernie Sanders en los "caucus" (asambleas de votantes) en Nevada, en el oeste del país.
Pero la mínima diferencia entre ambos candidatos augura unas primarias prolongadas, en medio de una creciente popularidad del senador de Vermont en el país.
Con el 80% de los resultados contabilizados, Clinton obtenía el 52,1% frente al 47,8% para Sanders.
"Algunos pudieron haber dudado de nosotros, pero nosotros nunca dudamos", dijo Clinton en un discurso desafiante en las Vegas, en el hotel y casino Caesars Palace. "Los estadounidenses tienen derecho a estar molestos. Pero también están hambrientos de soluciones reales", dijo.
Sanders felicitó a Clinton, pero también mostró su orgullo por haber acortado la distancia con la exsecretaria de Estado, que desde el comienzo ha sido la favorita para obtener la nominación demócrata para las presidenciales de noviembre.
"Tenemos el viento a favor cuando nos dirigimos al 'supermartes'", dijo Sanders, de 74 años.
Pese a haber logrado un necesitado triunfo, los resultados del sábado darán que pensar a la campaña de Clinton, cuya popularidad entre los latinos se daba por sentada.
Según sondeos realizados a boca de urna, un 53% de los electores hispanos se decantaron por Bernie Sanders, contra 45% por Clinton.
Pero tres cuartos de los electores negros sí la apoyaron, una buena noticia para la exprimera dama de cara a las primarias en los estados del sureste, donde los negros conforman una buena parte de la población.
La victoria en Nevada le da a Clinton un respiro, luego de la rotunda derrota que le propinó en New Hampshire el senador Bernie Sanders, cuyo mensaje antiélites y antiWall Street ha calado hondo entre los jóvenes demócratas.
La exsecretaria de Estado obtuvo otra muy ajustada victoria en Iowa, el estado que inauguró las primarias hacia las presidenciales de noviembre.
Aunque Clinton tiene un fuerte apoyo de su partido que prácticamente le augura una victoria en la convención demócrata de julio, su objetivo es detener el ascenso de Sanders cuanto antes.