Líder de la Premier League con once puntos de ventaja sobre el segundo y con un récord de 16 victorias consecutivas, el Mánchester City ha protagonizado una de las mejores primeras vueltas del campeonato inglés de la mano de Pep Guardiola.
A estas alturas, hace un año y ya con el prestigioso técnico español en el banquillo, el City estaba tercero a siete puestos del líder Chelsea, que acabó ganando el torneo con los Citizens a 15 puntos.
¿Cuáles han sido las claves que explican la transformación de este equipo en apenas un año de la mano del extécnico del Barcelona y Mánchester City?
Encontrar al arquero correcto
El fichaje más osado de Guardiola en la pasada pretemporada fue ceder de nuevo al portero internacional de Inglaterra, Joe Hart, con más de 265 partidos con la camiseta del City, y reemplazarlo por el joven brasileño Ederson Moraes, con poco más de una temporada como titular en un equipo grande como el Benfica portugués.
Ederson llegó al Etihad Stadium a cambio de 40 millones de euros para competir por el puesto de arquero titular con el chileno Claudio Bravo, muy cuestionado en la temporada anterior por varios errores que le costaron puntos al equipo.
Pese a tener solo 24 años y sin gran experiencia internacional (su debut con la Seleçao se produjo en octubre pasado, ya como jugador del City), Ederson se ha convertido en una de las piezas clave del sistema de Guardiola y ha destacado por su capacidad para distribuir el balón con el pie, así como por su juego fuera del área, dos aspectos fundamentales en el estilo de juego del técnico catalán.
Aliarse con la adversidad
Tras una primera temporada sin títulos, Guardiola sabía que la línea defensiva era el talón de Aquiles del equipo y por ello no dudó en gastarse más de 100 millones de euros en contratar dos de los laterales más codiciados del fútbol europeo: Kyle Walker del Tottenahm y el francés Benjamin Mendy del Mónaco. Con estos dos laterales ultraofensivos, el español planeaba ensanchar el campo y crear peligro por las bandas.
Sin embargo, la lesión de larga duración de Mendy, que se rompió el ligamento cruzado de la rodilla en la goleada al Crystal Palace (5-0) a finales de septiembre le hizo cambiar de planes, colocando pegados a las bandas a Raheem Sterling y al alemán Leroy Sane, dos jugadores muy rápidos y desequilibrantes que le han dado a Guardiola esa profundidad por las bandas que quería.
La lesión de Mendy también abrió la puerta de la titularidad a Fabian Delph, que ha destacado en el puesto de lateral izquierdo.
Tener fe en sus métodos
Casi como una profecía, Guardiola dijo a finales de la temporada pasada: "El equipo comprende las ideas de manera más clara ahora y la próxima temporada vamos a ir a por todo".
La primera temporada en Inglaterra se saldó con el primer curso sin títulos para un entrenador que a sus 46 años había encadenado éxitos tanto en su etapa en el Barcelona (2008-2012) como en el Bayern de Múnich (2013-2016).
Las derrotas a mediados de la pasada temporada ante Leicester City (4-2) y Everton (4-0) dejaron al descubierto las deficiencias del City de Guardiola, que llegó a decir que no era "un entrenador para los tackles", bromeando con una de las acciones que mejor define al tradicional juego inglés.
Un entrenador con menos experiencia y palmarés podría haberse replanteado sus métodos y sistemas, pero Guaridola fue más fiel que nunca a su manera de entender el fútbol, convencido de que el City podría alcanzar éxitos de esa manera.
Y su convencimiento ha tenido un premio espectacular esta temporada, con un juego deslumbrante basado en la posesión del balón, orquestado todo alrededor de la figura de un brillante David Silva y de un imparable Kevin De Bruyne, protagonistas en muchas de las victorias del equipo y el origen de buena parte de los 56 goles que ha anotado el City.
Mejora de jugadores clave
John Stones vivió una difícil primera temporada en el City, pero Guardiola ha mantenido su confianza en este elegante central, defendiendo su derecho a tomar riesgos con la pelota y elogiando su coraje con el balón en los pies.
La fe de Guardiola en Stones se ha visto recompensada esta temporada, en la que el joven defensor de 23 años, por el que el City pagó casi 60 millones de euros al Everton, se ha confirmado como uno de los mejores jugadores de la Premier League en su puesto, tan decisivo en el corte como autoritario con el balón.
El argentino Nicolás Otamendi, muy criticado por su propensión a lanzarse al suelo muy rápido, se ha revelado también como el complemento ideal de Stones en el eje defensivo, con lo que la ausencia del capitán Vincent Kompany, por una lesión de larga duración, no ha afectado al equipo.
Otro jugador que ha recuperado Guardiola es Sterling, que está nuevamente mostrando todo el potencial que ya exhibió como jugador del Liverpool y esta temporada se ha destapado además como un efectivo finalizador, siendo el máximo goleador del equipo con 15 goles.
Convencer a los futbolistas
El nivel de juego mostrado por el City en los tres primeros meses de la temporada fue deslumbrante y cuando perdieron algo de esa brillantez, la convicción de los jugadores en el método de Guardiola les ha permitido seguir obteniendo buenos resultados.
Entre finales de noviembre y principios de diciembre, el City obtuvo cuatro victorias consecutivas por el mismo marcador, un ajustado 2-1 contra Huddesfield, Southampton, West Ham y Mánchester United). En tres de esos partidos el gol de la victoria llegó una vez sobrepasado el minuto 83.
"Lo más importante en este equipo es probablemente la convicción en el vestuario", dijo recientemente Sterling a la BBC.
"El entrenador diseña un plan para cada partido. Nos da el plan. Después nos puedes ver a todos convencidos de él. Todo el mundo está subido al barco", añadió el extremo.