La Comisión Europea presentó su plan de rescate para la banca, considerado el primer paso hacia una unión bancaria, que evitará que las futuras crisis se resuelvan con rescates públicos, lo que ha costado a los contribuyentes europeos miles de millones de euros.
Por el contrario, serán los inversores y acreedores los que deberán hacerse cargo de una eventual quiebra o de acudir al rescate de un banco.
"Los bancos deben pagar por los bancos. No queremos que los contribuyentes paguen", las facturas de las crisis financieras, indicó el comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, en momentos en que la situación de los bancos españoles centran todas las preocupaciones.
"Queremos evitar las crisis bancarias (...) "No queremos utilizar más el dinero público para rescatar a la banca", subrayó en una rueda de prensa.
"El objetivo es que cada uno (de los inversores y acreedores) asuma sus riesgos".
De todas maneras, el plan "no está hecho para solucionar los problemas actuales", precisó Barnier. Es decir, de momento no servirá como salvavidas para rescatar a la banca europea, uno de los sectores más golpeados por la crisis que estalló en Grecia hace más de dos años.
"El objetivo es que se eviten los daños de otras crisis financieras", en el futuro, aclaró. "La propuesta no está diseñada para solucionar casos como el de (el español) Bankia", precisó.
En las últimas semanas, los mercados financieros aumentaron la presión sobre España. Tras el rescate histórico de 23.500 millones de euros solicitado en mayo por Bankia, tercer banco del país en cuanto a activos, los inversores temen que la cuarta economía de la zona euro no pueda hacer frente sola a las exigencias financieras de su sistema bancario.
"En España hay que hacer un diagnóstico exacto, una auditoría precisa sobre la situación", sugirió el comisario, quien insistió en que de momento "es imposible" recapitalizar directamente la banca española con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), ya que lo impiden los tratados europeos.
Pero si bien aporta el primer grano de arena hacia una unión bancaria europea, el plan de la CE no prevé un fondo común de depósitos para todos los Estados miembros que permita entre otras cosas, rescatar a las entidades al borde de la quiebra.
Bruselas propone criterios comunes, paneuropeos, en el diseño del saneamiento bancario, con las mismas medidas preventivas y de emergencia, como la identificación y aislamiento de los activos de mala calidad (tóxicos).
La propuesta de la CE de "recuperación y resolución" bancaria se basa en tres fases: "la primera etapa es la prevención, la segunda la intervención precoz con medidas que pueden ser duras pero necesarias", señaló Barnier.
Pero en caso de ser necesario, se pasará a la tercera fase de "resolución con varios instrumentos", entre ellos la separación de activos, el "bail-in" o "principio de que los bancos paguen por los bancos", o se rescaten a sí mismos, detalló el comisario.
La propuesta incluye la creación de fondos nacionales que en caso necesario, tendrán la obligación de prestarse entre sí ante problemas bancarios transfronterizos, lo que supondría un avance hacia el proyecto de unión bancaria.
En los últimos meses, la crisis financiera europea extiende sus daños colaterales y cada día que pasa, se agudizan los problemas del sector financiero europeo.
Los bancos europeos ya no se prestan dinero entre ellos, lo que provoca falta de liquidez y frena la libre circulación de capitales, uno de los principios de la unión monetaria.
Según el Banco de Pagos Internacionales (BIS), los bancos europeos han recortado sus préstamos extranjeros en casi 470.600 millones de euros en el último trimestre de 2011, lo que supone una reducción del 4,7%.
Los inversores temen además que una eventual salida de Grecia de la unión monetaria desate el pánico y una huida de depósitos de los bancos.
"Esta propuesta es la última pieza del rompecabezas hacia una restructuración bancaria", afirmó una fuente europea al explicar la propuesta. "En la actualidad no contábamos con herramientas así que hubieran evitado un caso como el de Bankia".