Una coalición de grupos pro inmigrantes anunció este martes una campaña para presionar a la mayoría republicana en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y que incluya una vía a la ciudadanía de 11 millones de indocumentados en la reforma migratoria en debate.
"Le estamos dando a la Cámara un plazo para pasar una reforma migratoria que incluya una vía a la ciudadanía que mantenga nuestras familias unidas: 2 de agosto", dijo Deepak Bhargava, director del Centro para el Cambio Comunitario (CCC), que abarca el Movimiento para una Reforma Migratoria Justa (FIRM, por sus siglas en inglés).
Con más de un millón de dólares en llamadas a votantes y legisladores, propaganda radial, asambleas comunitarias y testimonios de indocumentados, los grupos pro inmigrantes buscarán voltear la opinión en la cámara baja, donde la legalización es un anatema entre los republicanos más conservadores, explicó Bhargava en una conversación telefónica con la prensa.
Los promotores de la campaña esperan convencer a legisladores republicanos en distritos electorales en los estados de Florida, Texas, California, Colorado y Nueva York donde el creciente voto de inmigrantes podría definir sus chances de reelección en 2014.
"Sólo 38 de los 234 congresistas republicanos vienen de circuitos latinos. Pero esos 38 son suficientes para que ellos pierdan la mayoría en la Cámara", señaló en la conversación Eliseo Medina, secretario internacional de SEIU, uno de los mayores sindicatos de empleados de servicios en Estados Unidos.
El movimiento a favor de la inmigración celebró la semana pasada una victoria cuando dos tercios del Senado, dominado por los demócratas, aprobó un proyecto de ley que propone permitir a los millones de indocumentados solicitar la ciudadanía tras un periodo de al menos 13 años, unido a millonarias medidas de seguridad para fortificar la frontera con México.
Según Bhargava, los grupos pro inmigración, que tuvieron una intensa presencia durante el proceso en la cámara alta, están "a punto de multiplicar expotencialmente" sus esfuerzos en la Cámara de Representantes, donde la reforma seguirá en debate la próxima semana en el Comité de Asuntos Judiciales de ese órgano.
El presidente del comité, el republicano Bob Goodlatte, dijo recientemente que la Cámara sólo aceptará una "vía a la legalización", lo que implicaría la entrega de papeles, pero no la ciudadanía completa.
Sin embargo, los grupos pro inmigrantes son optimistas y creen que la adhesión a su causa de importantes líderes republicanos como el congresista y excandidato a la vicepresidencia, Paul Ryan, puede inclinar la balanza a su favor.
Es "completamente posible", indicó Bhargava.
De lo contrario o si las deliberaciones se extienden más allá de principios de agosto, "la furia en nuestras comunidades se convertirá en agosto y septiembre en una ola política que no han visto en años", advirtió.
Las dos versiones, del Senado y la Cámara, deberán luego congeniarse en un texto definitivo, y podrían convertirse en ley a finales de año.