El 19,93% de los hogares del Distrito Capital (equivalentes a 472.339 hogares) no tienen capacidad de pago para suplir su canasta mínima de bienes básicos. Esta fue una de las principales conclusiones de un estudio elaborado en la Secretaría Distrital de Planeación: “Avances Sociales en Bogotá y municipios aledaños entre 2011 y 2014: calidad de vida, segregación, capacidad de pago y focalización”, que da cuenta de las condiciones de vida de la población de la capital en este periodo, a partir de insumos de las Encuestas Multipropósito de estos años.
De los 472.339 hogares identificados sin capacidad de pago en la ciudad, aproximadamente 160 mil pertenecen a las localidades de Ciudad Bolívar (41,11%), Usme (37,18%) y San Cristóbal (32,26%), siendo las que albergan el mayor número de hogares en esta condición. En contraste con Teusaquillo (2,47%), Chapinero (6,78%) y Puente Aranda (8,44%), las tres localidades que albergan menor cantidad de hogares sin capacidad de pago. (Ver anexo 1)
El Secretario Distrital de Planeación, Andrés Ortiz Gómez, expresó que los hogares de bajos ingresos solo pueden costear limitadamente sus gastos de alimentación, vivienda, transporte y salud. La posibilidad de adquirir otros bienes distintos es poco probable. “Estamos trabajando desde la Administración Distrital para mitigar esas brechas de oportunidades entre los hogares, y así mejorar sus condiciones de vida”, puntualizó.
A nivel ciudad en 2014, los hogares de más bajos ingresos dedicaron a la adquisición de alimentos el 30,8% del gasto, el 29,1% a servicios básicos de vivienda (arriendo, servicios públicos, administración, artículos de aseo para el hogar), el 12,6% a educación, el 9,6% a trasporte y comunicaciones y el 7,3% a salud.
De acuerdo con el estudio, las mujeres jefes de hogar son las que menos capacidad de pago tienen en la capital. En 2014, el 20,95% de las mujeres no tuvieron capacidad de pago en contraposición con un 19,3% de los hombres. Con respecto a los datos del 2011, se aumentó en 2,25% esta condición en mujeres y se redujo en 0,2% en hombres.
“Para lograr una Bogotá Mejor para Todos, nuestro Plan Distrital de Desarrollo propende por generar nuevas alternativas de empleo decente y de calidad que permitan el aumento de los ingresos de los hogares. Esto implica que puedan adquirir otros bienes aparte de los de la canasta mínima y mejorar sus niveles de calidad de vida”, indicó Ortiz Gómez.
En la región (20 municipios de Sabana y 11 cabeceras de provincia), el 20,2% de los hogares en la región no cuentan con capacidad de pago para suplir su canasta mínima de bienes básicos. Los municipios de Medina, Fusagasugá, Pacho y Cajicá reportaron los porcentajes más altos de hogares no pueden suplir los gastos de la canasta mínima de bienes básicos, con valores que van desde el 24,4% hasta el 38,3%. En contraste con Facatativá, Funza, Subachoque, El Rosal y Gachancipá, cuyo indicador no supera el 15%, teniendo los más bajos porcentajes de hogares sin capacidad de pago. (Ver anexo 2)
Índice de Calidad de Vida Urbana se mantuvo estable en la ciudad
Entre 2011 y 2014, el Índice de Calidad de vida Urbana no tuvo cambios significativos en la ciudad. Pasó de 0,61 a 0,62, al analizar 11 dimensiones que hacen referencia al bienestar del individuo tales como alimentación y salud, condiciones de la vivienda, calidad ambiental, equipamientos y dotaciones urbanas, movilidad, seguridad ciudadana, educación, ocio y recreación, trabajo, no discriminación y solidaridad. Dimensiones calificadas de forma independiente, en un intervalo de 0 a 1, donde estar más cerca a 1 refleja mejores condiciones.
“Uno de los propósitos fundamentales de estos 4 años es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que habitan Bogotá, a través de un espacio público y una infraestructura que permita la inclusión social, el acceso a la oferta de cultura, la recreación y el deporte. Así como garantizar el derecho que tienen todos a la salud, a la educación, a transitar por una ciudad más segura y donde se puedan mover mejor. Todos estos aspectos generan bienestar y mejoran la calidad de vida”, dijo Ortiz Gómez.
Los resultados más bajos en 2014 en la ciudad las obtuvieron las dimensiones ocio y recreación (0,233), no discriminación (0,463) y movilidad (0,498), frente a solidaridad y asociación (0,832), alimentación y salud (0,826) y equipamiento y dotaciones urbanas (0,809), las que tienen mejores resultados.
Aunque Usme mejoró sus niveles en 2014, sigue siendo la que cuenta con el menor nivel de calidad de vida urbana (0.580). Chapinero, por su parte, cuenta con el nivel más alto (0.699). (Ver anexo 3)
“Para lograr una Bogotá Mejor para Todos, mejoraremos el acceso a la salud y a la educación en la ciudad. Construiremos 40 Centros de Atención Prioritaria en Salud (CAPS), 6 instalaciones hospitalarias, entre ellas el hospital de Usme, y 4 nuevas centrales de urgencias. Además construiremos 30 nuevos colegios y tenemos 35 mil cupos nuevos de educación superior, con prioridad para la población más vulnerable. Más de 232 mil niños y niñas serán atendidos con nuestra ruta de atención integral”, sostuvo el funcionario.
A nivel región se estimó que este índice era de 0,569 en 2014. Siendo las condiciones de la vivienda (0,822), alimentación y salud (0,778), y solidaridad y asociación (0,773) las dimensiones con mejores resultados; mientras que los de resultados menos favorables fueron movilidad (0,191), ocio y recreación (0,382) y calidad ambiental (0,443). (Cabe resaltar que se examinaron variables del ámbito municipal que no aplican al entorno de la ciudad, por lo tanto la herramienta metodológica varió. Aspecto que hace que resultados no sean comparables con los de Bogotá).
Las poblaciones de Funza (0,623), Mosquera (0,623), Sopo (0,616) y Zipaquirá (0,614) lograron los mayores niveles de calidad de vida, mientras las cabeceras de Medina (0,499), Soacha (0,523) y Bojacá (0,550) fueron las que menores niveles alcanzaron en esta medición. (Ver anexo 4 y 5)
¿Cuáles son las localidades más segregadas en Bogotá?
Usme, Bosa y San Cristóbal, localidades más segregadas por contar con bajos recursos socioeconómicos
La mayor segregación socioeconómica urbana (SRS) en 2014 se presentó en las localidades de Usme (0,17), Bosa (0,22), San Cristóbal (0,25), Ciudad Bolívar (0,25), Tunjuelito (0,29) y Rafael Uribe Uribe (0,32). Por el contrario, Chapinero (2,87), Teusaquillo (1,68), Usaquén (1,58) y Suba (1,47), son las localidades que no tienen esa condición. (A medida que disminuye el valor en el SRS incrementa la segregación. Ver Anexo 6)
Estos resultados se dan a partir del cálculo del Índice de Segregación Residencial Socioeconómica (SRS), que analiza la segregación desde un punto de vista socioeconómico y se construye a partir de variables como el nivel de recursos económicos que abarca el pago de seguridad social, el ingreso por unidad de gasto, el pago de los servicios de acueducto y energía, la edad del jefe de hogar, el gasto total del hogar, el ingreso per cápita del hogar, el valor del metro cuadrado construido y del terreno y el gasto de educación.
De acuerdo con el estudio, los estratos 1, 2 y 3 se encuentran segregados socioeconómicamente mientras las de estratos 4, 5 y 6 no. Esta tendencia se ha mantenido desde 2007.
Dentro de los municipios del área metropolitana, Chía resultó ser el único municipio sin segregación socioeconómica frente a Bogotá, mientras los 19 restantes presentan el fenómeno. No obstante, en este orden le siguen Cajicá, Cota, Tenjo, Tabio y la Calera, hasta Soacha; este último resultó ser el más segregado pese a su cercanía con Bogotá. (Ver Anexo 7)
Respecto a cabeceras en Cundinamarca, se observa que los municipios de Villeta y Cáqueza no están segregados socioeconómicamente entre ellos, mientras los demás si presentan el fenómeno. El orden de los menos a los más segregados durante el año 2014, es: La Mesa, Girardot, Ubaté, Gacheta, Pacho, Guaduas, Chocontá, San Juan de Ríoseco y Medina.