Cinco claves de la decisión presidencial | El Nuevo Siglo
Miércoles, 15 de Abril de 2015

1. La no suspensión de los bombardeos le habría generado al presidente una polémica política muy difícil de manejar en momentos en que si bien le ha bajado el tono a los debates sobre el proceso de paz con el uribismo, el Procurador y oros sectores críticos, es evidente que los peros de esos sectores empiezan a tener más calado en la opinión pública. Esta mañana, tanto sectores de oposición como gobiernistas habían pedido la reanudación de los ataques aéreos y era imposible no atender a ese clima político.

2. Estando a seis meses y medio de las elecciones departamentales y municipales es claro que el proceso de paz será uno de los temas clave de la campaña, sobre todo en lo que tiene que ver con los partidos y candidatos que apoyan la negociación con la guerrilla y aquellos que la critican, piden corregirla a fondo o incluso acabarla. Está visto que el uribismo ha tomado como estrategia endurecer su discurso sobre este aspecto con el ánimo de polarizar la opinión y poder ganar terreno en su debut en la puja por gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y Juntas Administradoras Locales. Las encuestas evidencian que si bien el apoyo ciudadano a las tratativas se mantiene por encima del 50 y 60 por ciento, la desconfianza hacia la voluntad y sinceridad de paz de las Farc también ha crecido y es a ello a lo que apuesta la oposición.

3.  El mensaje que envía el presidente Santos a la fuerza pública es que las concesiones que en el campo militar se hacen a la guerrilla no son una patente de corso ni están condicionadas a que la guerrilla cumpla de manera efectiva y verificable su tregua unilateral. Por eso por más que las Farc hayan dicho en la mañana que los hechos del Cauca se dieron por una “acción defensiva” de sus hombres, el gobierno no tiene en cuenta para nada esa controversial excusa y aplica a raja tabla lo que había advertido cuando decidió suspender los bombardeos: si la subversión volvía a atacar la medida sería levantada. Ahora corresponde a las Fuerzas Militares, ya sin cortapisa alguna, demostrar que si pueden golpear, de manera rápida y efectiva,  a las Farc.

4. Es claro que el gobierno sabe que las Farc van a reaccionar negativamente a la reanudación de los bombardeos y que incluso no se descarta que puedan poner fin a su tregua unilateral alegando que el gobierno no sólo sigue oponiéndose a un cese del fuego bilateral, sino que arrecia la confrontación militar.  Es un riesgo calculado que el gobierno sabe que está presente pero que tomó a sabiendas que no haber reanudado los bombardeos, que es la táctica militar que más daño ha hecho a las Farc le habría costado mucho en materia de fortaleza en la mesa de negociación.

5. Manténgase o no la tregua unilateral de las Farc, lo cierto es que el proceso de paz no se va a romper pues ya ha superado crisis graves, como ocurrió en noviembre pasado con el secuestro del general Alzate y la congelación de la negociación hasta tanto éste fuera liberado. Sin embargo es obvio que lo ocurrido hoy en el Cauca, que podrá repetirse dado que se negocia en medio del conflicto, no será motivo para que se ponga fin a un proceso largo, muy avanzado y firme hacia la posibilidad de firmar la paz. Sin embargo no se descarta que la guerrilla, también asuma una posición de fuerza negociadora en la mesa, y congele el diálogo hasta que no se avance en el cese al fuego bilateral .