Científicos rechazan política de ciencia y tecnología | El Nuevo Siglo
Lunes, 15 de Febrero de 2016

La comunidad científica colombiana expresó su preocupación por el documento Conpes que están redactando el Departamento Nacional de Planeación y Colciencias para definir la nueva Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en los próximos diez años.

 

Los científicos advirtieron que éste no responde a las necesidades reales del país y menos en estos momentos en que se habla de posconflicto, por lo que recomendó al Gobierno nacional la estructuración de uno nuevo donde se tenga en cuenta a académicos y científicos.

 

Sin embargo y de acuerdo con un mensaje por twiter del subdirector de Colciencias, Alejandro Olaya, acerca de la posición de los científicos, dijo que “es preciso señalar que los distintos actores involucrados en el diseño de la política de ciencia y tecnología recibieron observaciones de los expertos hasta el pasado 18 de diciembre del 2015 con el objetivo de ‘enriquecer’ el documento final”.

 

Las estrategias

 

En un análisis al documento, los máximos representantes de las academias de ciencias en Colombia, aseguran que el “Estado pretende ‘impulsar el desarrollo económico a través de la ciencia, tecnología e innovación’, planteando estrategias que no corresponden a la lógica de generación, transferencia y uso del conocimiento en el mundo”.

 

El presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Enrique Forero, -y que a su vez son cuerpos consultivos del Gobierno nacional-, consideró que son múltiples las observaciones que los científicos le hacen al documento Conpes, y dijo que preocupa también el hecho de que la administración del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación se debilita considerablemente, ya que  se le traslada al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, la coordinación de buena parte de lo relacionado con Ciencia, Tecnología e Innovación.

 

Con relación a la presencia de profesionales extranjeros en Colombia, los científicos advierten que el Gobierno debe analizar muy bien esta posibilidad de facilitar su ingreso al país, en razón a que “en áreas como la salud, por ejemplo, existe el peligro de permitir el desempeño de la profesión a personas no idóneas”.

 

Señala la comunidad científica, que de implementarse la nueva política que aparece en el proyecto de documento Conpes, el destino de la ciencia en Colombia será incierto, quedará sin un norte claro durante los próximos diez años y los efectos para el desarrollo nacional serían contrarios a las expectativas que se tienen respecto a mejorar las condiciones sociales y económicas de los colombianos, pues se está ignorando “la precaria situación real del sector productivo y de la industria, en particular”.

 

Reforzar el documento

 

Por su parte, la vicerrectora de investigación de la Universidad Nacional, Dolly Montoya, destacó que en este momento de posacuerdo el país necesita fortalecer su Sistema Nacional de Innovación, cuyo eje es el conocimiento.

Por ello, este tipo de iniciativas debe ser analizado para mejorar  y complementar el documento.  Vale la pena destacar que la propuesta de Conpes incluye temas como la formación de capital humano a alto nivel (maestrías y doctorados), ya que se trata de una inversión de importancia estratégica para el país y punto de partida para mejorar la competitividad.

 

Señala que la U.N. y otras instituciones han sugerido un cambio cultural, en el cual las humanidades desempeñen un papel destacado, para ello se ha propuesto la inclusión de un Centro Nacional de Investigación en Humanización y Cultura.

La vicerrectora hizo igualmente un llamado para que este Conpes en Ciencia, Tecnología e Innovación no se mueva por una vía diferente a un segundo Conpes que también está en proceso de construcción, llamado “Política Nacional de Competitividad y Productividad”.

 

Observaciones

 

Sin embargo, Forero expresó preocupación porque después de dos meses aproximadamente, el Gobierno nacional no ha respondido a las observaciones y recomendaciones que le hicieron al documento Conpes.

 

Para los científicos es importante que haya una excelente armonía y dinámica de buenas relaciones con el Gobierno nacional, para la definición e implementación de las nuevas políticas públicas en Ciencia, Tecnología e Innovación, sobre todo en momentos en que se busca avanzar por la reconstrucción del país en el marco del postconflicto, donde la ciencia y la educación serán los componentes fundamentales para alcanzar la paz social y la competitividad nacional.

 

En reunión realizada en las últimas horas, los más destacados científicos y académicos colombianos coincidieron en precisar que el Gobierno debe comprender cuán importante es mantener una estrecha relación para que en el proceso del posconflicto, construyan nuevas propuestas generadoras de oportunidades que fortalezcan la productividad y el desarrollo social del país que tanto requiere mejorar las condiciones de vida de los colombianos.

 

En resumen, los científicos esperan que los responsables del Gobierno para la elaboración del documento Conpes, realicen en el menor tiempo posible, un encuentro donde se coordine todo lo pertinente para redactar uno nuevo. De hecho, están a la espera de la respuesta a las recomendaciones y observaciones que hicieron al documento.

 

El Conpes

 

La política de Ciencia y Tecnología, cuyos primeros adelantos fueron presentados el pasado 9 de diciembre, sostiene que un ecosistema de innovación exitoso es aquel en el que “los actores involucrados en la generación, difusión y apropiación del conocimiento interactúan entre sí, aprenden y acumulan conocimiento”. 

 

Este proyecto prevé fortalecer el capital humano dedicado a la investigación, aumentar la participación de los emprendedores en el aparato productivo del país, promover la generación de conocimiento de alto valor agregado y generar sinergias entre los distintos sectores. 

 

Uno de los aspectos más delicados que aborda el Conpes es la falta de inversión en actividades de ciencia, tecnología e innovación (ACTI), la cual alcanzó el 0,46% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2014. 

 

Este porcentaje, que incluso es inferior al promedio de la región (1,15% del PIB), se sustenta en el “bajo esfuerzo” que realizan el sector público y en especial el privado para  financiar este rubro “como mecanismo de promoción del desarrollo económico y social” del país, detalla el proyecto. 

En el año 2004, por ejemplo, la inversión pública en ACTI llegó al 51% del total mientras que la privada fue del 47%. Este porcentaje se desequilibró en el 2014 cuando los recursos asignados se distribuyeron en un 62% y 36%, respectivamente.

 

Otro de los aspectos problemáticos es el déficit de profesionales calificados que contribuyan con la renovación del sector de ACTI. Muestra de ello es que en el 2012 se graduaron 6,6 doctores por millón de habitantes, mientras que en Brasil esa cifra llegó a 70,6 y en México 43,7. 

 

Este factor se suma a la calidad de los programas de doctorado, ya que solo el 2,4% de ellos tiene un registro de alta calidad en las áreas de educación, física y medicina.