Aplazada para el 9 de septiembre y por videoconferencia quedó la imputación de cargos al exjefe de prensa de la Casa de Nariño, César Mauricio Velásquez.
El exfuncionario es acusado de los delitos de concierto para delinquir y peculado, por su presunta participación y conocimiento en las actividades ilegales adelantadas por agentes del liquidado Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) contra un grupo predeterminado de personas (periodistas, magistrados y políticos) durante el Gobierno de Álvaro Uribe.
A Velásquez y al exsecretario jurídico de la Casa de Nariño, Edmundo del Castillo, se les investiga también por la cuestionada visita del jefe paramilitar Antonio López, alias Job, a la sede Presidencial en abril de 2008.
Según la investigación, López les habría entregado a Velásquez y Del Castillo información acerca de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, con el objetivo de iniciar una campaña de desprestigio en su contra, en especial sobre Iván Velásquez, que en ese momento lideraba la investigación sobre la parapolítica.
Para la Fiscalía, “los indiciados obtenían ilícitamente información cierta y no cierta para divulgarla a los medios de comunicación entre otras entidades”.
Del Castillo sí se presentó ayer manifestando que “con sorpresa recibí la noticia de que después de más de siete años la Fiscalía reabre el caso sin nuevos elementos y lo hace con audiencia de imputación de cargos. Sin embargo, sigo siendo respetuoso del Estado de Derecho y confío plenamente en la justicia de nuestro país”.
A la diligencia también estaban citados los abogados Sergio Augusto González y Diego Álvarez. González fue apoderado de José Orlando Moncada, alias Tasmania, paramilitar que acusó al magistrado Velásquez de ofrecerle prebendas a cambio de que enredara al expresidente Uribe con grupos al margen de la ley. Álvarez fue defensor de Diego Fernando Murillo, alias don Berna, y acompañó a López en la ya mencionada reunión en la Casa de Nariño.