Al final, el Chocó espera que “hayan soluciones muy concretas; como el aumento de pie de fuerza, tanto de la Policía como de la Armada, y mayor infraestructura para que ellas pueda cumplir con su trabajo”, manifestó el gobernador Luis Gilberto Murillo.
El mandatario seccional se expresó de esa manera en víspera del Consejo de Ministros que liderará hoy el presidente Juan Manuel Santos en Quibdó, ante el deterioro de la seguridad que ha sufrido la región en los últimos días y la delicada situación social que por décadas ha sufrido esta zona.
Preparando ese encuentro, el sábado el ministro del Interior, Germán Vargas, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y los miembros de la cúpula militar anunciaron las medidas que pretenden contrarrestar el paro armado que se está presentando desde hace aproximadamente una semana.
La reunión, que se llevó a cabo en Quibdó, permitió evaluar la difícil situación por la que atraviesa el Departamento y las posibles medidas que pueden contribuir a la protección de la población civil que, desde hace más de ocho días, teme por su seguridad.
El encuentro se logró concretar luego de que el gobernador Murillo decidiera viajar hasta Bogotá, para poner su voz de protesta frente a las demoras que ha tenido el Gobierno Nacional para llegar hasta la zona y escuchar las necesidades de su región, atormentada por las bandas criminales y las FARC.
Durante la reunión del fin de semana, el ministro Vargas aseguró que este tipo de sucesos, que vivieron los habitantes de Chocó hace unos días, “no deben volver a pasar; la comunidad no tiene porqué sentirse atemorizada”.
Ante la solicitud del Gobernador de aumentar el número de policías en el Chocó, los ministros reconocieron que este proceso ya está en marcha; tendrán “la llegada de 300 hombres especializados de la Policía y una estación en la zona norte de Quibdó. Vamos a esperar que se implementen programas que reflejen que el Chocó es una prioridad en materia de seguridad y orden público, y que estas medidas sean sostenibles”, explicó Murillo.
Durante el encuentro también estuvo presente el director de la Policía, general Óscar Naranjo, y el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo.
Cerca de 500 millones de pesos diarios perdieron durante los días del paro armado entre el centro, sur y norte del Chocó, de acuerdo con datos arrojados por la Cámara de Comercio.
En general, el descontento de los alcaldes y líderes sociales radicó en que el Gobierno Nacional sólo hizo presencia en el departamento, después de que terminó la parálisis ordenada por la guerrilla.
El representante de la fundación Chocó-Pacífico, Víctor Copete, repitió las palabras del gobernador Murillo: “Si este paro hubiera ocurrido en otro departamento el presidente Juan Manuel Santos se hubiera trasladado de inmediato a la zona con toda su cúpula militar”.
El líder social recordó que este es el segundo paro que vive el Chocó este año, ya que el primero fue orquestado por la banda criminal Los Urabeños, tras la muerte de su máximo jefe alias Giovany.
Entre tanto, el alcalde de Bajo Baudó, Rafael Pozo, denunció que su municipio tiene más de 4.000 habitantes en la zona urbana y que sólo hay 14 policías para cuidarlos. Además, agregó que este año aumentó el flagelo del secuestro en su localidad.
Los líderes sociales manifestaron que por la ausencia de la fuerza pública, en varias zonas, la gente sigue atemorizada y es por eso, que con cualquier panfleto de las FARC se generan situaciones tan dramáticas como este último paro.