Los dos mayores bancos de Chipre, y también las más amenazadas de quiebra inminente, anunciaron ayer nuevas limitaciones para retiradas en efectivo de sus cajeros, informa la agencia chipriota CNA.
Mientras todos los bancos de Chipre están cerrados desde el 16 de marzo, y las filas proliferan ante los cajeros automáticos, los clientes del Bank of Cyprus --primer banco del país-- sólo pueden retirar 120 euros por día, y los del Popular Bank (Laiki, en griego), 100 euros.
Entretanto, el presidente de Chipre, Nicos Anastasiadis, mantuvo ayer en Bruselas una reunión de la última oportunidad con sus acreedores europeos, pocas horas antes de que expire un ultimátum del Banco Central Europeo (BCE) que amenaza con cortar la línea de crédito a los bancos de la isla al borde de la quiebra.
Huelga
En la isla, que tan sólo representa el 0,2% del PIB de la zona euro, donde los bancos llevan una semana cerrados, el pánico y la ira de los ahorradores, temerosos de perder sus ahorros o fondos de pensiones, va en aumento. Además, el jueves, el BCE exigió un acuerdo antes del lunes, porque en caso contrario cerrará el grifo a los bancos.
"Si no garantizan nuestros fondos de pensiones, empezaremos una huelga a partir del martes", cuando está previsto que reabran los bancos, advirtió el sábado Loizos Hadgicostis, presidente de la Unión Chipriota de los Empleados de los Bancos (Etyk).
Sin un acuerdo antes del lunes, según fuentes europeas, los países de la zona euro están dispuestos a asumir una salida de Chipre de la zona euro para evitar un contagio en Grecia, España e Italia, los países más afectados del bloque.
Ante la amenaza de hundimiento, los diputados chipriotas adoptaron el viernes por la noche las primeras medidas: reestructuración del sector bancario del país, creación de un fondo de solidaridad e imposición de un límite al movimiento de capitales, de manera de evitar una fuga cuando se abran los bancos.
Según varias fuentes europeas, el plan negociado comprende la reestructuración del Banco de Chipre y del Banco Popular (Laiki, la segunda entidad del país). La udea es crear nueva entidad bancaria con sus activos sanos y otra con los llamados tóxicos, es decir lo que en la jerga financiera se conoce como banco bueno y banco malo.
La ley de reestructuración bancaria votada el viernes contempla la congelación de todos los depósitos del Popular Bank superiores a 100.000 euros y según la prensa local, el gravamen esperado para las grandes cuentas del Banco de Chipre podría compensarse con bonos del Tesoro, lo cual evitaría un voto parlamentario.
Demasiada expuestos al sector inmobiliario y la deuda griega, la banca chipriota ofrecía intereses muy altos, impuestos muy bajos, con lo cual se convirtió en un gran atractivo para los millonarios rusos.
Resultado: un sector bancario seis veces más grande que el tamaño de su economía.