Dispuesto a participar más en la búsqueda de una solución a la crisis de la deuda en Europa se declaró el Gobierno chino, que aceptó acelerar las negociaciones para acordar en Pekín el estatuto de economía de mercado.
Según el primer Ministro Wen Jiabao, le corresponde a China tomar sus propias decisiones sobre su contribución a la estabilidad de la Eurozona, aunque aún no es preciso cómo podría ayudar.
China indicó en varias ocasiones que le gustaría participar en el Fondo Europeo de Rescate (FEEF) y luego en el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) así como en el fondo permanente de ayuda a los países de la Eurozona en apuros, que empezará a funcionar en julio.
Sin embargo, los dirigentes de la segunda economía mundial, dotada de las mayores reservas de divisas, no han concretado ningún compromiso sobre el monto con el que contribuirían.
De otro lado, el presidente de la Unión Europea Herman Van Rompuy afirmó que las dos economías son tan interdependientes que un cambio en la tasa de crecimiento de uno de los dos socios estratégicos tiene un impacto directo y palpable en el otro.
“En paralelo al apoyo chino, las negociaciones sobre el estatuto de economía de mercado, que China reclama desde hace tiempo, entrarán en una nueva fase”, explicó Van Rompuy.
De acuerdo con el dirigente, ese estatuto de economía de mercado ofrecería a China un mejor acceso al mercado europeo, protegiendo sus productos de las cláusulas contra la competencia desleal.
“La cuestión deberá ahora solventarse de forma rápida y exhaustiva", dijo Van Rompuy, asegurando que existe la "voluntad política de buscar soluciones".
Sin embargo, el presidente de la UE reiteró el pedido de su gobierno de tener un mejor acceso al mercado chino: “Es necesario jugar con las mismas armas, un mejor acceso al mercado chino para las empresas de la UE y una mayor protección de los derechos de la industrial".
Por otra parte, la cumbre de Ministros de Finanzas de la Eurozona fue aplazada para el próximo lunes porque “Grecia aún no cumplió con las condiciones para el desembolso de la ayuda que le permitirá evitar la quiebra”.
Según el jefe del Eurogrupo Jean-Claude Juncker, Grecia necesita ultimar una serie de detalles técnicos con sus acreedores institucionales antes de recibir el segundo paquete de ayuda de 130.000 millones de euros. “Atenas necesita incluso aclarar cómo piensa ahorrar 325 millones de euros de recortes adicionales exigidos por Bruselas y tampoco hemos recibido las garantías de los líderes políticos del gobierno”, dijo Juncker.