El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó este martes su previsión de crecimiento de 7,4% para la economía china en 2014, pero advirtió sobre los "riesgos a corto plazo" en un mercado inmobiliario recalentado.
"En línea con los objetivos del gobierno chino", la segunda economía mundial mantendrá un crecimiento "elevado" este año, gracias principalmente a medidas de respaldo a la actividad, según las previsiones mundiales del FMI.
El gobierno chino se fijó por objetivo un crecimiento del PIB de "en torno a 7,5%" para 2014, recuerda el FMI.
El Fondo también mantiene su previsión de crecimiento en el gigante asiático de 7,1% para 2015, una leve desaceleración provocada por la evolución de la economía china, que se encuentra en "el camino de un crecimiento más duradero".
"Una ligera desaceleración se considera una evolución sana", destaca el organismo multilateral.
"En China, tras un primer trimestre decepcionante, las medidas tomadas por los poderes públicos favorecieron una aceleración del crecimiento en el segundo trimestre", agregó.
Sin embargo, varios peligros se ciernen sobre el ritmo de crecimiento del PIB chino. Los principales están ligados a la posibilidad de una crisis en el mercado inmobiliario, según el FMI que advierte de "riesgos a corto plazo" en este mercado.
"Estos riesgos están asociados principalmente a la probabilidad de una corrección del mercado inmobiliario más severa de lo que se pensaba", subraya la organización.
El desarrollo de la vivienda en China, un inmenso país en plena urbanización, se ha convertido en los últimos años en un motor importante de la actividad interna.
Pero este movimiento ha estado acompañado de un frenesí de la construcción y una subida espectacular de los precios, lo que hace temer la aparición de una burbuja inmobiliaria incontrolable.
"El desafío consistirá en corregir los desequilibrios de este mercado -entre ellos la sobrevaloración de los precios en las grandes urbes y la oferta excedentaria en numerosas ciudades más pequeñas- e impedir al mismo tiempo una desaceleración económica demasiado brusca", analiza el FMI.
Sin embargo, el impacto de esta "corrección necesaria" corre el riesgo de verse amplificada por el sector financiero, "debido a la exposición directa de la banca y de la banca en la sombra al sector inmobiliario a través de los créditos a los promotores y a los hogares", subrayó.
China tiene "todavía la capacidad de absorber y de responder a este tipo de choques", señaló no obstante el FMI.
Más ampliamente, según la institución, China sigue expuesta a otro peligro, el de un aterrizaje brutal debido a su propio funcionamiento económico.
"Sin cambios en su modo de crecimiento, basado en el crédito y la inversión, las vulnerabilidades seguirán aumentando", advirtió el fondo.
"Las políticas deben calibrarse cuidadosamente para ayudar a la economía a lograr su transición hacia un crecimiento más impulsado por el consumo -con menos inversión y actividad inmobiliaria-, y sostener al mismo tiempo la estabilidad del sector financiero", aconseja el FMI.
Concretamente, el desarrollo según el Fondo de una mejor cobertura social y sanitaria llevaría a los hogares chinos a ahorrar menos y consumir más.
China registró un crecimiento de 7,7% en 2013, igual que en 2012, cuando supuso un mínimo en 13 años.