El chavismo, sin su líder Hugo Chávez, enfrenta el reto de mantenerse unido y hacer perdurar la "revolución" con un primer test inmediato, las elecciones presidenciales, para las que podría radicalizarse, según analistas.
El mandatario, en el poder desde 1999, murió la tarde del martes tras casi dos años de batallar contra el cáncer, y ahora el movimiento revolucionario que lleva su nombre buscará "hacer todo lo de Chávez, sin Chávez", como dijo ayer un emocionado Ricardo Menéndez, ministro de Industria, antes del cortejo fúnebre desde el Hospital Militar de Caracas.
"Los chavistas van a radicalizarse. Tienen que garantizar la unidad de los chavistas alrededor de Chávez y tienen que colocar en la mente de la gente la idea del presidente de que los enemigos están ahí y van a entregar el país", explicó a la AFP el analista Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.
"Seguramente vamos a ver lo que hemos visto en las últimas semanas, un discurso en el chavismo más radical, amenazante, más intolerante incluso que el presidente, para contrarrestar cualquier movimiento que pudiera deslegitimarlos", opina la analista política Mariana Bacalao, profesora de la Universidad Central de Venezuela.
"Pero eso no significa que vaya a ser así más adelante, si siguen en el poder tras las elecciones", agregó.
Antes de partir a La Habana para someterse a su cuarta operación, el líder venezolano nombró al vicepresidente Nicolás Maduro su heredero político y pidió a los venezolanos que votaran por él en las elecciones que deberían celebrarse en caso de que no pudiera seguir gobernando.
Y ahora Maduro, un ex sindicalista del Metro de Caracas, afronta el reto de reemplazar a un presidente carismático, que ejercía el poder de forma personalista y que dejó un país completamente polarizado, con su discurso agresivo y excluyente contra la oposición resumido en el lema: “¡Los que quieran patria, vengan conmigo!”.
"Es muy útil el miedo en el chavismo para garantizar que la gente vote", explicó León, que recuerda que Maduro ya se preparó en los últimos meses para la contienda electoral con su papel cada vez más activo al frente del gobierno.
Para este analista, al gobierno le interesa una elección, cuya fecha aún no ha sido fijada, "cuanto más rápido mejor".
"La muerte de Chávez es sin duda un elemento que va a ser utilizado en las elecciones. Va a ser resaltado como un prócer, como un líder de la independencia, cosas que generan emoción en las masas", explicó.
"El gobierno va a tener una ventaja alrededor de las emociones", agregó León, que recordó que "Maduro no es Chávez, no tiene su estatura en términos de liderazgo político".
Sin embargo, el politólogo Farith Fraija opinó que "va a ser muy difícil poder entrar en una contienda electoral contra un candidato como Nicolás Maduro, nombrado por un presidente Chávez fallecido", en referencia al candidato opositor en esas elecciones, que podría ser de nuevo Henrique Capriles, que perdió las elecciones del 7 de octubre contra Chávez pero fue reelecto gobernador del importante estado Miranda.
También le toca al vicepresidente insistir en la unidad y desmentir los rumores sobre supuestos conflictos en el seno del chavismo, muchos de los cuales lo enfrentan al número dos del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y presidente la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, un exmilitar que participó junto a Chávez en el golpe de estado fallido liderado por él.
"Es el gran reto del chavismo. Con su carisma, Chávez se imponía y provocaba contención hacia adentro. Pero ahora ya no está, y tienen que entenderse y alinearse", explicó Bacalao.
"No creo que vamos a ver ninguna división real dentro del chavismo", explica por su parte León, que también descarta "la posibilidad de que un actor del chavismo rete a Maduro".
Fraija tampoco ve riegos de división o desestructuración en el chavismo, donde conviven varias tendencias de izquierda.
"Con la muerte de Chávez es que empieza el chavismo en Venezuela, así como ocurrió con el peronismo. No es solo la lealtad a una persona, sino la identificación con un proyecto político", asegura.
Todo el mundo
La comunidad internacional seguía reaccionando al fallecimiento de Chávez.
Ecuador, Bolivia, Cuba, Uruguay, Brasil, Argentina y Chile, por el momento, decretaron entre tres y siete días de duelo, como en el caso de Bolivia, mientras las autoridades cubanas convocaron a la población a rendir hoy un "homenaje póstumo" masivo.
Chávez fue homenajeado entre otros por Irán y Rusia, dos de los principales aliados del dirigente bolivariano, y saludado por China como "un gran líder" y "un gran amigo".
El Vaticano, que se encuentra en este momento sin Papa, envió su pésame a Venezuela por la muerte de Chávez a través del cardenal venezolano Jorge Urosa, indicó ayer el vocero de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, alabó a Chávez por enfrentar "los retos y aspiraciones de los venezolanos más vulnerables".
En Europa, el Reino Unido afirmó por su parte que el presidente venezolano dejó una "huella profunda" en su pueblo "y más allá", según el ministro de Exteriores, William Hague.
El presidente francés, François Hollande, reconoció que Chávez expresaba, "más allá de su temperamento y de sus orientaciones que no todos compartían, una voluntad innegable de luchar en pro de la justicia y el desarrollo".
Alemania, en tanto, dijo esperar la apertura de una nueva etapa en el país sudamericano, que posee las mayores reservas de petróleo del mundo. "Cuento con que Venezuela vuelva a arrancar después de estos días de duelo", destacó el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle. "Venezuela tiene un fuerte potencial y la democracia y la libertad son los buenos medios para concretar ese potencial", añadió./AFP
Las figuras clave del chavismo sin Chávez
La muerte del presidente Hugo Chávez deja huérfano al chavismo, en el que se destaca un puñado de dirigentes:
El vicepresidente Nicolás Maduro
Maduro, de 50 años, debe asumir la presidencia interina y convocar a nuevas elecciones, que según Constitución deben celebrarse en los 30 días posteriores a la falta absoluta del presidente.
En la fase final de la enfermedad, Maduro asumió las riendas del gobierno después de que Chávez lo nombrara su heredero político y pidiera a los venezolanos que votaran por él en elecciones anticipadas, si no pudiera volver a gobernar.
Ese día Chávez dijo de él que es "un revolucionario a carta cabal" y "un hombre con mucha experiencia a pesar de su juventud".
Maduro, un ex sindicalista del metro de Caracas, se desempeña como vicepresidente desde la reelección de Chávez en octubre pasado. En 2006, fue nombrado canciller hasta este mes de enero. Con anterioridad fue presidente de la Asamblea Nacional.
Mantiene una relación sentimental con la procuradora de la República y ex presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores.
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello
Cabello, de 49 años, un ex militar que participó junto a Chávez en el fallido golpe de Estado en 1992, es la figura de más peso del chavismo después del fallecido presidente y de Maduro.
Cabello gobernó el populoso estado Miranda y fue derrotado en las elecciones de 2008 por el opositor Henrique Capriles.
Durante el golpe de Estado que sacó a Chávez del poder durante 47 horas en 2002, Cabello asumió brevemente la Presidencia.
También fue Ministro del Interior y de Infraestructura.
El ministro de Relaciones Exteriores Elías Jaua
Jaua, de 43 años, sociólogo por la Universidad Central de Venezuela, tiene una dilatada carrera política en la izquierda venezolana, desde sus años de militancia estudiantil. Forma parte del grupo que entró en contacto con Chávez después de que éste fuera liberado, tras pasar dos años encarcelado por el fallido golpe de estado de 1992.
Entre otros cargos en el gobierno, Jaua fue vicepresidente hasta pocos días después de que Chávez fuera reelecto el 7 octubre, y antes había sido ministro de Agricultura. Fue candidato por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en los comicios regionales del 16 de diciembre para gobernador del Estado de Miranda (norte), pero fue derrotado por el líder opositor Henrique Capriles.
El ministro de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez
Ramírez, un ingeniero de 50 años y en el gabinete de Chávez desde 2002, aplicó la reforma petrolera tras la cual la estatal PDVSA formó asociaciones bajo su control con empresas multinacionales y extranjeras, y montó el financiamiento de las populares misiones sociales con los ingresos petroleros.
Desde 2004 preside la poderosa petrolera estatal, el principal motor de la economía venezolana.
Tanto él como el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, "están en la retaguardia, manejan la válvula económica de Venezuela" y "juegan un papel importante" en mantener el equilibrio político y económico en el país, señaló a la AFP el analista político Carlos Romero.
El ministro de Finanzas, Jorge Giordani
Es el hombre que maneja la economía desde 1999, cuando Chávez asumió al poder. Conocido como el profesor, Giordani enseña Planificación e Ingeniero electricista. Entró en contacto con Chávez cuando el mandatario estaba en la cárcel tras su fallido golpe de estado y él le hizo de tutor en un trabajo académico. Es conocido por su austeridad.
Ha sido el ejecutor de las cinco devaluaciones del bolívar en los 10 años de existencia del control cambiario.