Champions, prueba de fuego para el Barsa | El Nuevo Siglo
Miércoles, 17 de Septiembre de 2014

Luis Enrique, nuevo entrenador del Barcelona, se prepara para debutar en un banquillo de la Liga de Campeones hoy en casa contra Appoel Nicosia (1:45 p.m. por ESPN/FOX), cuando la revolución que ha iniciado en el club azulgrana pase la prueba de fuego que supone la máxima competición europea.

 

 

 El carácter está de vuelta

 

Tras una temporada en blanco por primera vez desde 2008, el Barça ha iniciado una operación de reconquista de manera inmaculada.

 

El equipo es líder de la Liga con tres victorias en otros tantos partidos y sin encajar un solo gol. Además aventaja al Real Madrid en seis puntos y al Atlético de Madrid en dos.

 

Sobre todo, la presión al rival y la defensa se han convertido en la seña de identidad del nuevo Barcelona, que se gastó más de 150 millones de euros en el mercado de fichajes cerrado el pasado agosto.

 

"Con Luis Enrique nuestra filosofía ha cambiado. Tiene mucho carácter y eso nos viene bien", aseguró la semana pasada el lateral brasileño Adriano.

 

Presión alta, posesión del balón y repliegue defensivo. El exigente Luis Enrique quiere que su equipo sea "completo".

 

"Para ser un equipo que gane títulos, hay que ser buenos ofensivamente pero también defensivamente", avisó el técnico de 44 años el sábado tras la victoria contra el Athletic Bilbao (2-0), que también debuta el miércoles en Liga de Campeones contra el Shakhtar ucraniano.

 

 

Prohibidos los divos

 

Como en su temporada en la Roma (2011-2012), donde no dudó en sentar en el banquillo al ídolo local Francesco Totti, Luis Enrique ha demostrado que el currículo de sus jugadores no tiene importancia.

 

De entrada, el entrenador sentó al otrora imprescindible Xavi Hernández, de 34 años, una decisión impensable las últimas campañas. Según su estado de forma, el central Gerard Piqué y Neymar también han visto partidos desde la banda.

 

"Como si estuviera en el supermercado, tengo tomates de todos los tipos y elijo. A lo largo de la temporada seguro que me equivoco pero será mi decisión", avisó el sábado Luis Enrique pese a los posibles egos de su plantilla que se pudieran sentir dolidos.

 

Por ahora ha acertado en sus elecciones. El exentrenador del Barça B (2008-2011) ha apostado por los jóvenes talentos de la cantera azulgrana como el hispano-marroquí Munir El Haddadi y Sandro Ramírez, de 19 años. Ambos delanteros le han dado la razón marcando un tanto cada uno en el campeonato.

 

"Lo que hacen Munir y Sandro nos motiva a todos", admitió el lunes el extremo internacional Pedro, azuzado por esta competencia emergente.

 

 

Messi, en el centro del juego

 

Luis Enrique jugó la Liga de Campeones con el Barça (1994-2004) pero nunca ha entrenado en la máxima competición continental, y su única experiencia en un banquillo en Europa fue con la Roma y muy corta.

 

El equipo de la capital italiana cayó eliminado en la ronda previa de la Europa League contra el Slovan Bratislava eslovaco (0-1, 1-1).

 

Tres años más tarde, el entrenador dispone, en el Barça, de un equipo puntero en la Liga de Campeones, empezando por el argentino Lionel Messi.

 

El cuatro veces ganador del Balón de Oro concluyó el pasado Mundial de Brasil con la desilusión de perder la final en la prórroga contra Alemania (1-0).

 

Pero tras una temporada anterior frustrante por la falta de títulos y lastrado por las lesiones, Messi ha empezado al 100% el nuevo curso y ya ha firmado dos goles y tres asistencias en tres partidos.

 

Puede ser uno de los efectos de la llegada de Luis Enrique, que le ha dado al 10 una confianza inquebrantable.

 

"Hace cosas que jamás vi ni en 'Oliver y Benji' ('Supercampeones' en latinoamérica) ni en la Playstation. Es un privilegio verle", se rindió su entrenador.

 

Además, la conexión Messi-Neymar parece por fin dar sus frutos tras una primera temporada en la que también el brasileño sufrió varias lesiones.

 

"Es fácil que dos jugadores de tanta calidad se entiendan", explicó Luis Enrique, que, a partir del 25 de octubre deberá encajar la tercera pieza en el puzzle: el uruguayo Luis Suárez, suspendido hasta entonces por la FIFA por su mordisco al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial.

 

Por ahora, el Appoel será el primero en poner a prueba la 'Revolución Luis Enrique' en Europa.