México y Centroamérica tienen en común el padecimiento de una "geopolítica perversa" al ubicarse entre países suramericanos productores de drogas y Estados Unidos, el país de mayor consumo de enervantes, dijo el domingo la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla.
"Costa Rica y el resto de los países centroamericanos, junto con México, somos víctimas de una geopolítica perversa. Ubicados entre los grandes centros de producción y el mayor consumidor de drogas del mundo, hemos sido enganchados a un convoy de violencia y corrupción", dijo Chinchilla en la ciudad mexicana de Querétaro (centro).
El narcotráfico, que ha comenzado a tener mayor presencia en Costa Rica, reconoció Chinchilla, ha "generado una gran violencia y ha ido carcomiéndose nuestras instituciones".
"Costa Rica todavía tiene un situación relativamente no tan grave, en comparación con otros países de Mesoamérica (...) pero eso no es razón para descuidarnos, hemos visto cada vez mayores expresiones del crimen organizado, como homicidios de ajustamiento", añadió.
La mayor "área de riesgo" de su país "son las costas, debido al trasiego marítimo, pero también hay trasiego por tierra", y en cuanto al consumo se ha registrado un aumento del uso de "la droga que más afecta a los jóvenes, que es el crac".
Chinchilla adelantó que abordará el tema del narcotráfico durante una reunión que tendrá durante su estancia de dos días en México con el mandatario electo de México, Enrique Peña Nieto, y en un encuentro el lunes con el presidente saliente Felipe Calderón.
Los gobiernos de Costa Rica y Centroamérica en ese rubro tienen una preocupación compartida por la estrategia antidrogas de México, que, aunada a las guerras entre narcotraficantes en territorio mexicano, ha dejado un saldo de más de 60.000 muertos en los últimos casi seis años, entre ellos muchos civiles.
Los países centroamericanos temen que se genere un efecto regional como el que provocó la estrategia de Colombia.
"Lo que se generó allí (en Colombia) fue un desplazamiento de las bandas criminales hacia México y hacia la parte norte de Centroamérica, de manera que lo que no queremos es que el futuro éxito que ojalá tenga México, como lo tuvo en su momento Colombia, no haga desplazar el problema de las bandas criminales hacia Centroamérica (...). Es una lucha regional, global", dijo.
Centroamérica está desplazando ya a México como primer frente del tráfico de drogas de Suramérica a Estados Unidos, lo cual incide en un importante incremento de la violencia regional, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) divulgado en San José en septiembre pasado.
Una de las expresiones más crueles de ese incremento de la violencia ocurrió el 14 de mayo de 2011 cuando fueron masacrados 27 campesinos en el departamento de Petén, 600 km al norte de Ciudad de Guatemala y fronterizo con México, por integrantes del cártel mexicano Los Zetas, uno de los más violentos.
Para la presidenta de Costa Rica, otro "tema pendiente por atender" en México y Centroamérica es la sobrepoblación carcelaria que está provocando la captura de narcotraficantes y personas relacionadas con ese crimen.
Durante una conferencia de prensa, Chinchilla expuso el caso de su nación, donde "el efecto de esa lucha exitosa, obviamente se ha expresado en un abultamiento de la población carcelaria, de manera que ya tenemos 30% de sobrepoblación carcelaria cada vez más joven y más violenta".
Por último, la presidenta rechazó la legalización del uso de la droga con fines recreativos en un par de estados de Estados Unidos porque "va a empezar a darse una serie de contradicciones".
"Si seguimos estimulando la demanda, por supuesto que vamos a seguir incrementando el estímulo a la oferta, mucha de la cual se origina en nuestros países o trasiega por nuestros países", apuntó Chinchilla.
La presidenta costarricense confía en que el debate que están generando esos cambios de legislación en Estados Unidos genere "propuestas más sensatas" y "más compartidas en sus costos", pero que produzcan "menos traumas que los traumas que las políticas actuales han generado" en las naciones centroamericanas, "que básicamente han puesto miles de vidas humanas a atender este problema".
Chinchilla participa en la décima edición de una cumbre de negocios que se celebra en Querétaro, de la que toman parte los presidentes de firmas asiáticas, estadounidenses y latinoamericanas, como la constructora Odebrecht (Brasil) y la petrolera española Repsol.