La coalición rebelde centroafricana Seleka pidió este lunes la salida del presidente François Bozizé, y afirmó querer tomar Damara, la última ciudad que los separa de Bangui, la capital, ubicada a 75 kilómetros al norte, en respuesta al avance de las tropas gubernamentales.
"Bozizé debe partir, está claro, exigimos su partida, que deje el poder", declaró a la AFP el portavoz de Seleka, Eric Massi. El vocero afirmó también que "una columna de ocho vehículos (gubernamentales) dejó Damara con el fin de atacar" las posiciones rebeldes en la ciudad de Sibut. "Vamos a neutralizar esta columna (de vehículos), como siempre lo hemos hecho, y vamos a apoderarnos de Damara".
Para llegar hasta la capital a los rebeldes, instalados en la ciudad de Sibut, a 160 kilómetros al norte de Bangui, sólo les falta tomar la localidad de Damara, donde están agrupadas las fuerzas armadas centroafricanas y un contingente del ejército del Chad.
El domingo, el presidente de la Unión Africana, Thomas Boni Yayi, viajó a Bangui donde obtuvo que el presidente Bozizé acepte iniciar negociaciones, sin tardar, en Libreville, capital de Gabón, así como la formación de un gobierno de unión nacional en el que podrían tomar parte los rebeldes.
Sin responder directamente a esta propuesta de diálogo, el portavoz de Seleka acusó este lunes al Gobierno centroafricano de seguir cometiendo daños y abusos contra los simpatizantes de los rebeldes en Bangui y de estar preparando una contra ofensiva militar en el norte.
"Hacemos un llamado a las fuerzas africanas de mantenimiento de la paz para que intervengan inmediatamente en la capital para detener las exacciones y asesinatos de prisioneros, o que no nos impidan hacerlo", dijo el portavoz de Seleka Eric Massi a la AFP en una entrevista telefónica.
Por su parte, el jefe de misión de la Comunidad Económica de los Estados del África Central (CEEAC), Antonio Di García, que tiene tropas en el país centroafricano, pidió a los rebeldes que no sigan avanzando.
"Las fuerzas de la Comunidad Económica de los Estados de África Central están en estado de alerta máxima, y la ciudad de Damara es el límite que no se debe sobrepasar. Pedimos a las FACA [las fuerzas gubernamentales] y a los rebeldes que no sobrepasen sus posiciones actuales y den una oportunidad al diálogo", dijo Di García a la radio nacional el domingo.
Por su parte, el presidente francés François Hollande conversó este lunes con su homólogo centroafricano, François Bozizé, y pidió que se "inicie un diálogo entre las autoridades centroafricanas y todas las partes presentes, particularmente la rebelión", anunció el Palacio del Elíseo.
"Prioridad al cese de las hostilidades"
Francia envió refuerzos a Bangui y dispone en el aeropuerto de un contingente de 600 hombres listos en caso de una eventual evacuación de los ciudadanos europeos. Sin embargo, París ha dicho en varias ocasiones que no intervendrá para salvar al régimen.
El lunes, el jefe de la diplomacia francesa Laurent Fabius pidió a todas las partes que se inicie "sin demora las negociaciones previstas en Libreville". "La prioridad es el diálogo y el cese de las hostilidades", añadió Fabius, mientras que la negativa de París de intervenir suscitó algunas hostilidades en Bangui, en donde la embajada de Francia fue atacada por manifestantes la semana pasada.
En momentos en que los rebeldes controlan la mayor parte del país, incluyendo las grandes ciudades diamantíferas y auríferas, el margen de maniobra de François Bozizé, que dirige desde 2003 este país de 5 millones de habitantes, parece mínima.
En Bangui, numerosos centroafricanos acudieron este lunes a los bancos para retirar su salario de fin de mes, y se dijeron preocupados por el futuro y por el aumento de los precios.
Por su parte, la oposición centroafricana se dijo escéptica sobre las promesas de Bozizé. "Hace promesas, pero no las cumple", declaró a la AFP en principal opositor, el ex primer ministro Martin Ziguélé.
La rebelión Seleka, que se alzó en armas el 10 de diciembre, reclama entre otras cosas que se respeten los acuerdos de paz firmados entre 2007 y 2011 con el poder.
Presidente no se reelegirá.
El presidente de la República Centroafricana, François Bozizé, prometió un gobierno de unión nacional luego del diálogo con los rebeldes de Seleka en Libreville, y afirmó que no se presentará para un nuevo mandato en 2016, anunció el presidente de la Unión Africana (UA) luego de su encuentro con el mandatario centroafricano.
François Bozizé "está dispuesto a viajar a Libreville hoy mismo" si sus pares se lo piden, y dijo estar listo al diálogo con la rebelión "que conduciría a un gobierno de unión nacional", afirmó el presidente de la Unión Africana (UA) Thomas Boni Yayi.
"Me confirmó que en 2016, no será candidato (a su propia sucesión) y que va a respetar las disposiciones constitucionales", agregó Boni Yayi.
El presidente centroafricano fue muy criticado estos últimos meses por la oposición que lo sospecha de querer modificar la Constitución para poder presentarse a un tercer mandato.
Las negociaciones de Libreville, propuestas por los jefes de Estado de la Comunidad Económica de Estados de Africa Central (CEEAC), serán sobre los diferentes acuerdos de paz concluidos entre 2007 y 2011 con las diferentes rebeliones, como lo deseaba Seleka.
La coalición rebelde Seleka ("Alianza" en sango, la lengua nacional), que tomó las armas el 10 de diciembre, se garantizó el control de la mayor parte del territorio centroafricano muy rápidamente y sin hallar una verdadera resistencia.
Durante toda su progresión, la rebelión afirmó que estaba dispuesta a negociar. Hasta ahora refutaba las intenciones que le prestaban de querer tomar Bangui, la capital, pero continuó al mismo tiempo conquistando nuevas ciudades.
AFP/ENS