Ya lo decía el filósofo chino Lao-Tsé_ “Con buenas palabras se puede negociar, pero para engrandecerse se requieren buenas obras”. En ese camino avanzamos, con toda clase de dificultades y obstáculos, pero con la fe y el convencimiento de pasar de una vez por todas esas páginas dolorosas de más de cincuenta años de guerra, viudas, huérfanos, desolación y desplazamiento.
Si esto es posible, ganaremos todos: los que están en contra de la paz y desde diferentes flancos de la oposición disparan dardos contra ella, y aquellos que se la han propuesto como un vivo credo, como una nueva bandera que empuñemos por igual ricos y pobres, blancos, negros, indios, mestizos, gentes de distintos estratos y realidades, dispuestas a asomarse a un cielo limpio y diáfano, y a disfrutar de un aire más saludable y compartido.
Si con las buenas palabras se puede negociar la paz, y con ella labramos sin treguas el renacer de nuestro querido país: de sana tolerancia, de amable sonrisa y entendimiento, sea entonces la oportunidad de invitarlos en familia a la Celebración Eucarística y Recital por la Paz de Colombia, a cargo de monseñor Sergio Pulido Gutiérrez, rector del Santuario de Monserrarte, y del maestro Fabio Polanco y sus artistas invitados, la cantante manizalita Bibiana, y el destacado pianista Jorge Zapata, acto solemne que tendrá lugar hoy a partir de las 2:00 p.m., en la Basílica del Señor de Monserrate.
El maestro Fabio Polanco nació hace 70 años en el municipio de Dolores, Tolima, varias veces azotado, primero por la violencia bipartidista, y luego por los grupos alzados en armas que ya conocemos.
Muy niño, de 11 años, se vio obligado a abandonar su parcela, con su familia, para probar suerte en Bogotá.
Su primer rebusque a esa edad fue vendiendo globos en el Parque Nacional.
De ahí en adelante ha desarrollado cualquier cantidad de oficios, de los primeros, como vendedor, paca al hombro y puerta a puerta de cigarrillos en los barrios populares de Bogotá.
Con sus ahorros se pagó un curso de Locución en el Colegio Superior de Telecomunicaciones, y alcanzó a ser locutor de la Emisora Mariana.
Luego se vinculó con el sello disquero Orbe, donde aprendió el tejemaneje del negocio, que le inspiró, con muchos esfuerzos, abrir su primera tienda de discos.
Polanco fue pionero en Colombia de la distribución del acetato, el casete y el Cd, con su marca, Discos La Rumbita, de la que llegó a tener en el país 70 almacenes.
Promocionaba sus productos y multiplicaba sus ventas con vídeos caseros que él mismo producía y que presentaba en un televisor doméstico en la ventana principal de su almacén: Mercado Mundial del Disco (calle 22, con carrera 7°).
Por su razón social pasaron destacados intérpretes de diferentes géneros como Joe Arroyo, Diomedes Díaz, Claudia de Colombia, Óscar Agudelo, Billy Pontoni, y más contemporáneos, Ana y Jaime, Shakira, el Binomio de Oro y Alfredo Gutiérrez, entre otros.
Internet, las sofisticadas herramientas tecnológicas y el lastre de la piratería hicieron que el negocio del disco se viniera cuesta abajo. Así Polanco fue cerrando una a una sus tiendas, y hace cuatro años clausuró la última, su centro de operaciones de toda la vida, Mercado Mundial del Disco.
No obstante, desde hacía 20 años está consagrado al solitario ejercicio de la escritura, como poeta y letrista, con énfasis en la música colombiana de la región andina.
Polanco ha grabado una docena de discos, con su voz, y otros musicalizados por la vocalista manizalita Bibiana, el Dueto Nocturnal, los Hermanos Tejada, Ana y Jaime, entre otros.
En ese itinerario de la poesía, cumple religiosamente horario en su oficina, de nueve de la mañana a ocho de la noche, y si la inspiración va de largo, hasta altas horas de la madrugada.
Sus recitales, de lleno en diferentes auditorios, le han retribuido el aplauso y el reconocimiento masivo en escenarios como la Casa de Poesía Silva, la legendaria Librería Lerner (sede centro), el paraninfo de la Biblioteca Nacional de Colombia, el salón 'Luis Carlos Galán', del Congreso Nacional, el Comando de Policía del Departamento de Boyacá, en la apertura de la instalación de la Red Nacional de Paz y Prosperidad, el 43° Festival Internacional de la Cultura, en Tunja, la Cárcel de Mujeres El Buen Pastor y, el más reciente, la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, el pasado 7 de diciembre, en la Celebración de las Luces.
El recital tiene como introito la proyección del vídeo 'El llanto de Bolívar', relato épico de Fabio Polanco. Acto seguido, y en un itinerario variopinto de versos, bambucos, pasillos, guabinas, valses y torbellinos, la cantante Bibiana toca la hondura del alma nacional, y nos invita a vislumbrar la virtud y la belleza de nuestro rico patrimonio musical.