El problema en competitividad del país más preocupante es el rezago vial. Si se compara con las demás naciones de la región estamos lejos. En las limítrofes como Ecuador y Perú quienes tienen oportunidad de viajar lo hacen por verdaderas autopistas.
Aquí poco dinamismo se ha visto en los titulares de la cartera que tiene esta responsabilidad. Parece que ahora la actual ministra de Transporte, Cecilia Álvarez, se propone realizaciones tangibles. Ha dicho que se están ejecutando a buen ritmo los planes trazados para reducir la brecha en infraestructura. Expresa sobre las dobles calzadas la construcción en 2012 de 200 km. Este año como meta 300 adicionales.
Sobre desarrollos futuros afirma que hay interés de inversionistas para 9 proyectos viales.
Debe ser prioridad dotar al país de carreteras modernas e integrarlo. Con varios TLC suscritos, incluyendo el que lleva operando ya más de un año con EE.UU., las exigencias son más por los volúmenes de carga hacia y desde los puertos marítimos y aeropuertos. Y no sólo en lo referente a carga. Para el turismo terrestre se requieren autopistas.
Hay que celebrar que en el Ministerio de Transporte despacha una ministra como Cecilia Álvarez con ánimo resuelto a impulsar grandes proyectos viales.