El plan de inversiones de la Comisión Europea espera atraer inversiones por €315.000 millones en tres años para financiar sectores estratégicos y reactivar el crecimiento y el empleo.
El plan parte de la constatación de que las inversiones en la UE son un 15% inferiores al nivel de 2007, es decir una caída de unos 430.000 millones de euros en inversiones.
Según la Comisión esta falta de inversiones frena la reactivación económica y la UE está rezagada en comparación con las otras potencias económicas, lo que perjudica su competitividad.
Hay suficiente liquidez en los mercados y las instituciones financieras, pero ésta no llega a la economía real con la rapidez y eficiencia esperada.
El mecanismo ideado por la Comisión reposa en una serie de efectos multiplicadores.
Se creará un fondo, el Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (FEIE) que servirá para financiar proyectos cuyo perfil de riesgo es superior a los que financia tradicionalmente el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el brazo financiero de la UE.
El fondo tendrá €21.000 millones (€5.000 millones del BEI y €16.000 millones de la UE) que servirán como garantía.
Esto, según la Comisión, permitirá atraer a los inversores privados. La Comisión estima que mientras más importante sea la protección -la garantía- más probable es que los inversores se orienten hacia proyectos más riesgosos.
De otro lado, el Banco Central Europeo (BCE) determinará en el primer trimestre de 2015 si son necesarias compras suplementarias de activos, en especial obligaciones públicas, para sostener a la economía europea, declaró su vicepresidente Vitor Constancio.
"Durante el primer trimestre del próximo año seremos capaces de decidir" si las iniciativas ya tomadas por el BCE han generado resultados, declaró Constancio en una cumbre bancaria en Londres, según el texto de su discurso divulgado por la institución monetaria.