Un exhaustivo trabajo de investigación de la Policía Nacional, culminó con la desarticulación de la banda delincuencial “La María”, señalada de extorsionar a comerciantes y residentes en el sur del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
La Dirección Antisecuestro y Antiextorsión, capturó a 15 delincuentes de la organización. 5 integrantes más fueron notificados en las cárceles donde permanecen recluidos, porque desde prisión impartían órdenes para intimidar a los pobladores, especialmente de Medellín, Itagüí y otros municipios aledaños.
Los investigadores establecieron que la banda “La María”, variaba las estrategias delictivas para presionar el pago de exigencias económicas, que los mismos delincuentes definieron según la capacidad monetaria de las víctimas. Llegaron al punto de categorizar los sectores a extorsionar, en algo que denominaron “tabla de valores”.
A los transportadores les impusieron una cuota diaria que oscilaba entre 2 mil y 15 mil pesos, dependiendo de la labor, es decir, si eran informales, se movilizaban en una ruta específica o pretendían ingresar a los paraderos en las zonas de injerencia de la organización.
Los residentes debían pagar entre 5 mil y 8 mil pesos por un supuesto servicio de vigilancia privada o por el estacionamiento de sus vehículos en lugares públicos. Los comerciantes cumplían con sumas entre 15 mil y 50 mil pesos, también dependían de la actividad que realizaban.
Quienes no accedían a las pretensiones ilegales de la banda “La María”, eran amenazados de muerte. Muchas familias que no consiguieron los recursos suficientes para cancelar las extorsiones, fueron obligadas a abandonar sus viviendas y dejarlas en manos de los criminales.
Con las propiedades desocupadas y en su poder, los integrantes de “La María” arrendaban los bienes o en la mayoría de oportunidades, organizaban casas de vicio, donde se coordinaba la distribución de estupefacientes a domicilio en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Las denuncias de 12 habitantes permitieron a la Policía Nacional, además de las capturas, realizar 19 allanamientos en los que fueron encontrados cartuchos de diferentes calibres, armas de fuego, una granada de fragmentación, marihuana prensada y 13 teléfonos celulares de los que salieron varias llamadas extorsivas.
Entre los 15 detenidos está el cabecilla de la estructura, Juan Carlos Serna Jaramillo, y jóvenes de 18 a 23 años, quienes se dejaron influenciar desde muy corta edad por el delito. Todos fueron judicializados ante un juez de Medellín por los delitos de concierto para delinquir agravado, extorsión, desplazamiento forzado, homicidio y tráfico estupefacientes.