Caterine Ibargüen, un éxito sin fronteras | El Nuevo Siglo
Lunes, 6 de Agosto de 2012

Las fronteras físicas las había saltado hace mucho, abandonando su pueblo de Colombia para prepararse primero en Medellín y luego en Puerto Rico con el cubano Ubaldo Duany, y las deportivas sigue cruzándolas, ahora con una plata olímpica, este domingo en Londres-2012.

La final de triple salto contaba con la saltadora colombiana entre las favoritas y no defraudó, consiguiendo una histórica plata que confirma su progresión después del bronce que se colgó hace un año en el Mundial de Daegu-2011, que ya había supuesto un gran éxito para el atletismo de su país.

Pero Caterine no es sólo fruto del talento colombiano en las pistas, sino el ejemplo perfecto de cómo la unión de fuerzas latinoamericanas pueden traer grandes éxitos a la región.

La carrera de Ibargüen no se entiende sin una figura clave, la del entrenador cubano Ubaldo Duany, que no es sólo quien guía su preparación, sino el responsable de una decisión que fue clave: cambiar el salto de altura por el triple salto.

"Es el profesor Ubaldo Duany el que marca mi camino, seguro que elige lo mejor para mí de cara a los Juegos Olímpicos del próximo año", comentó la colombiana tras su bronce del año pasado, cuando su nombre empezó ya a ser conocido entre los aficionados de todo el mundo.

Duany, un ex atleta de salto en largo que llegó a alcanzarlos 8,32 metros en 1986, vio el potencial de Ibargüen para el salto triple y le aconsejó vivamente que se decidiera a probar por esa disciplina, venciendo las resistencias iniciales de su pupila.

En el salto en alto no había pasado de resultados discretos, teniendo como mejor marca el 1,93 metros conseguido en Cali en 2005.

En grandes citas, había caído en las clasificaciones de los Juegos Olímpicos de Atenas-2004 y de los Mundiales de Helsinki-2005 y Berlín-2009, hasta que Duany decidió un cambio de rumbo para Ibargüen e inició un camino que ha sido fulgurante y directo al éxito.

Los resultados fueron impresionantes: su primer gran éxito fue el Iberoamericano de San Fernando (España) en 2010 y en 2011 ya consiguió un impresionante 14,99 metros, su actual mejor marca personal, en la altura de Bogotá.

En la pista del estadio de Daegu consiguió alcanzar 14,84 metros, sólo superada por la ucraniana Olga Saladuha (14,94 metros) y la kazaja Olga Rypakova (14,89 metros).

"¡Demasiado! Fue un acierto tremendo, estoy muy contenta por él. Fue todo por mi entrenador, él lo decidió y es cierto que tenía razón, como se ha demostrado con todos los frutos que vinieron", señaló Ibargüen en el país asiático.

Esta vez las protagonistas del podio repitieron presencia, pero en diferente orden: Rypakova se colgó el oro con 14,98, Ibargüen fue plata con 14,80 metros y Saladuha se conformó con el bronce (14,79 metros).

La figura del atletismo colombiano vive y se entrena en San Juan de Puerto Rico, donde ha iniciado una nueva vida y donde tiene fijado su 'cuartel general' entre competición y competición.

La fórmula de colaboración latinoamericana más exitosa se coronó el año pasado en los Panamericanos de Guadalajara-2011, un preludio del gran éxito de este domingo 5 de agosto en el Olímpico de Londres. Una fecha ya inolvidable para la historia del deporte colombiano y de toda la región.

AFP