La Unidad de Restitución de Tierras (URT) avanzan en la caracterización de afectaciones territoriales del pueblo Barí que habita en los resguardos Motilón Barí, Catalaura – La Gabarra y demás comunidades en territorios ancestrales ubicadas en los municipios de Tibú, El Tarra, El Carmen, Teorama y Convención, en el departamento de Norte de Santander.
 
Edward Álvarez, director territorial de la Unidad de Restitución de Tierras en Norte de Santander, afirmó que “la Unidad de Restitución de Tierras tiene un compromiso tanto con las víctimas  campesinas como con las víctimas pertenecientes a  comunidades étnicas, cuyos territorios  perdieron o fueron afectados en el marco del conflicto armado. La URT ha hecho un enorme esfuerzo para avanzar en caracterizar y conocer a fondo las consecuencias del conflicto armado que se generaron en el pueblo Barí ubicado en el Catatumbo. Este esfuerzo se traducirá en la presentación de una demanda ante un juez,  para poder lograr  una reparación integral y colectiva  a esta comunidad étnica, como un hito en Norte de Santander y en Colombia”.
 
En un ambiente rodeado por la majestuosidad y riqueza de fauna y flora, a orillas del río Catatumbo, y en cumplimiento de una de las etapas del proceso de caracterización, el equipo étnico de la Dirección Territorial Norte de Santander visitó a estas comunidades. Por tal motivo, el equipo fue al territorio de los resguardos Motilón Barí y Catalaura – La Gabarra, en un trabajo conjunto entre la Unidad y las autoridades tradicionales indígenas, el cual se llevó a cabo desde el 5 hasta al 13 de octubre del año en curso.  
 
La participación activa de las comunidades fue uno de los principales hitos del proceso, así como su hospitalidad y la construcción de confianza mutua, en ese diálogo cuyo resultado fue la recopilación de información específica que abre una puerta de esperanza para la restitución de los derechos territoriales colectivos de una comunidad afectada por el conflicto armado.  
 
Es importante resaltar que el pueblo Barí es binacional, pues su territorio ancestral  se ubica en Colombia y Venezuela, el cual incluye una de las regiones con mayor diversidad biológica y disposición de recursos naturales, como lo es el Catatumbo. Esta riqueza también convierta a la zona en un lugar estratégico, lo que implica un reto importante en términos de restitución de derechos territoriales, de conservación del ambiente y de la pervivencia física y cultural de los indígena Barí.
 
En este contexto, el Catatumbo ha sido una de las zonas más afectadas por el conflicto armado interno, del cual no solo los pobladores ancestrales han sido víctimas, sino también las comunidades campesinas, lo cual representa un elemento importante a tener en cuenta en este proceso de caracterización. 

En esta región han hecho presencia armada, desde los años 70, la guerrilla del Eln y desde los años 80 las Farc y el Epl (este último, aunque se desmovilizó en 1991, aún tiene presencia en el territorio). El paramilitarismo y las Auc emergieron en la zona a finales de los años 90, comandados por Jorge 40 con el Bloque Norte. Tras la desmovilización paramilitar del 2006, bandas y grupos posdesmovilización, como las Águilas Negras, hacen presencia en la región.