Cataluña se convertirá la próxima semana en el primer destino del nuevo rey Felipe VI de España, un viaje de alto valor simbólico por la situación de conflicto con Madrid que rechaza el referéndum previsto por los nacionalistas para noviembre.
El 26 de junio, Felipe VI, acompañado de la reina Letizia, acudirá a Girona para presidir una ceremonia de entrega de premios en la que pronunciará un discurso, según la agenda oficial del rey.
Esta corta visita, a una región que Felipe conoce y cuyo idioma propio habla con fluidez, estaba prevista antes de su proclamación como rey el jueves, señaló el gobierno regional catalán.
Pero ahora cobra un alto valor cuando solo faltan cinco meses para el referéndum de autodeterminación de esta región nororiental española que los nacionalistas quieren celebrar el 9 de noviembre.
El gobierno conservador español de Mariano Rajoy se opone frontalmente, alegando que la Constitución española, que otorga amplias autonomías a las regiones, consagra "la indisoluble unidad de la Nación española".
La cuestión catalana se presenta como uno de los problemas más urgentes que deberá abordar Felipe, de quien muchos esperan un papel conciliador ahora que las posiciones están enquistadas.
Aunque no dispone de poder de decisión real en el sistema monárquico parlamentario de España, podría utilizar su influencia para encontrar una salida al conflicto. La última palabra siempre corresponderá a los políticos.
"Todo lo que pueda hacer el nuevo rey para facilitar el diálogo, especialmente visto el inmovilismo del gobierno del Estado, será positivo. Pero insisto en que hemos de buscar la solución allí donde debe producirse, en la política", dijo la vicepresidenta del gobierno catalán Joana Ortega este viernes a la emisora Catalunya Radio.
De momento, no hay ningún encuentro previsto con Artur Mas, el presidente nacionalista catalán al frente del proyecto de autodeterminación. El jueves, en Madrid, ni él ni el presidente nacionalista vasco Iñigo Urkullu aplaudieron el discurso de proclamación de Felipe ante diputados, senadores y autoridades regionales.
En él, Felipe apeló a "la unidad de España" aunque hizo una llamada al diálogo y al respeto de la diversidad. En opinión de Mas, no aportó "nada nuevo".
"Cuando se hace referencia a una Nación y no a un Estado plurinacional para mí esto es un discurso que no es nuevo, es lo que hemos oído durante 35 años, siempre hemos oído lo mismo", lamentó ante la prensa.