Dos partidos y las dos principales asociaciones del movimiento soberanista catalán firmaron una hoja de ruta en la que se comprometen a declarar la independencia en 2017, si las formaciones secesionistas ganan las elecciones autonómicas de septiembre.
El texto, que firmaron en la noche del lunes Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, izquierda), Convergència Democràtica de Catalunya (CDC, derecha) y las asociaciones Omnium y ANC (Asamblea Nacional Catalana), subraya el "carácter plebiscitario de las elecciones del 27 de septiembre".
Según los firmantes, esos comicios servirán de mecanismo legal para saber cuál es la voluntad "de la mayoría de la ciudadanía" catalana.
Por ello, "los programas de las candidaturas soberanistas deben dejar claro, como punto primero y destacado, que votarlas supone un pronunciamiento favorable a la independencia de Cataluña", indica esa hoja de ruta.
El documento prevé que, en caso de victoria, los firmantes elaboren una constitución y establezcan las instituciones necesarias para el funcionamiento del futuro Estado.
El "proceso de transición nacional hacia la proclamación de un nuevo Estado o república catalana, que se iniciará tras las elecciones del 27 de septiembre, culminará en un periodo máximo de 18 meses", esto es, en la primavera de 2017.
Las últimas etapas del proceso serán "un referéndum obligatorio sobre el texto de la constitución", luego la celebración de elecciones legislativas y, por último, las negociaciones para definir "las nuevas relaciones con el Estado español y la Unión Europea".
El acuerdo se produce tras meses de negociación entre el presidente catalán Artur Mas, procedente de Convergència y Unió (alianza entre CDC y Unió Democràtica de Catalunya, de centro derecha) y ERC, el partido independentista histórico de Cataluña, que quería un proceso más rápido.
Mas, que protagoniza desde finales de 2012 un pulso con Madrid, decidió convocar elecciones anticipadas, después de que el Tribunal Constitucional le prohibiera celebrar un referéndum de autodeterminación.
Los sondeos señalan que cerca de la mitad de los 7,5 millones de habitantes de Cataluña, una importante región del noreste español, no desean una independencia completa.