El gobierno regional de Cataluña abrirá catorce nuevas oficinas de su agencia tributaria, el embrión de la Hacienda propia del nuevo país independiente que quiere declarar en un año, informó este miércoles a la AFP un portavoz gubernamental.

A diferencia de regiones como Navarra o el País Vasco, con plena autonomía fiscal, Cataluña tiene unas competencias fiscales limitadas y su gobierno gestiona únicamente el 5% del total de impuestos pagados en esta rica región del noreste de España.

De éstos, sólo un 40% se recaudan directamente en las cuatro oficinas tributarias que dispone la administración regional, y el resto se hace a través de instituciones estatales que después los transfieren al gobierno regional.

Aunque el objetivo inicial de esta ampliación es recaudar el 100% de los impuestos que gestiona, en última instancia también busca "preparar la administración tributaria para la asunción de las plenas competencias fiscales", señala el ejecutivo regional.

La finalidad es tener estas oficinas operativas antes de junio de 2017, momento para el que también esperan haber duplicado largamente su plantilla de 350 trabajadores a 750.

La creación de una Hacienda catalana es un pilar indispensable del proceso de independencia lanzado hace un año por el gobierno regional presidido por Carles Puigdemont, tras obtener una mayoría absoluta separatista en el Parlamento regional.

Para junio de 2017 esperan tener preparada su administración para asumir las competencias de un Estado, aprobar un paquete legislativo para desvincularse jurídicamente del resto de España y convocar un referéndum de autodeterminación para septiembre aunque no cuenten con el aval de Madrid.