El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, estimó que el caso de Lance Armstrong es una “historia triste” que debe marcar “un antes y un después” en la lucha contra el dopaje, aseguró en una entrevista exclusiva a la AFP.
“Es una triste historia. Pero debemos tomarla como una oportunidad y debe ser tomada como una oportunidad, un antes y un después para que un nuevo espíritu llegue al ciclismo, que la lucha contra el dopaje va a seguir intensificándose y, más particularmente, que podamos ver el papel que juega el entorno porque es algo importante”, declaró Rogge.
“Esperemos que esto será el punto a partir del cual se intensifique la lucha contra el dopaje”, insistió el presidente del COI después de que el excorredor norteamericano, vencedor de siete Tours de Francia, admitiese por primera vez en una entrevista televisada la semana pasada que se dopó a lo largo de su carrera.
“Armstrong se ha comprometido a participar en una comisión de verdad y reconciliación. Si muestra remordimiento y contrición, tal como parece que hizo durante al entrevista, creo que eso podría enviar una señal para los jóvenes corredores”, indicó Rogge.
Pese a que muchos críticos piden la dimisión del presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid, y, sobre todo, de su predecesor Hein Verbruggen, ambos miembros del COI, por su papel en el caso Armstrong, Rogge evitó criticarles y recomendó esperar las conclusiones de una comisión de investigación creada por la federación internacional para clarificar su papel durante la etapa del norteamericano en el ciclismo.
“Antes investigar y juzgar, después castigar, pero no en el sentido inverso” reiteró este antiguo cirujano ortopédico.