Las casas de Justicia son “el germen de una Colombia en paz”, sostuvo ayer el ministro de Justicia, Alfonso Gómez, al entregar en funcionamiento en Supía, Caldas, el número 88 de esos establecimientos en Colombia, que beneficia a más de 26.000 habitantes.
“Suele hablarse con mucha frecuencia de cuándo va a comenzar la reforma a la justicia. Aquí comienza. Ésta es la reforma a la justicia, cuando el Estado va a al ciudadano, cuando el ciudadano tiene la oportunidad de acercarse al Estado. Aquí está el Bienestar Familiar, el Ministerio de Trabajo, la Comisaría de Familia, la Personería, la Fiscalía, entre otras entidades”, indicó Gómez.
“Nos hemos propuesto a fortalecer el programa y a impulsarlo. En menos de un mes hemos puesto en funcionamiento las Casas de Justicia de Florencia (Caquetá), La Plata (Huila) y Supía”, indicó.
“Estoy muy emocionado de ver a estos niños, representando dos imágenes de la justicia pero además ya con el convencimiento, con esa especie de cultura que se les ha inculcado sobre que debemos trabajar por una cultura de la legalidad”, aseguró.
Y agregó que “más que reunir en sus instalaciones a las principales autoridades que imparten justicia ordinaria, estos centros albergan una serie de mecanismos que permitirán a todas las personas poder resolver sus diferencia de manera pacífica y sin necesidad de acudir al pleito legal”.