Los cuatro días de carnaval en Bolivia dejaron un impactante saldo de 75 muertos por la suma de hechos de violencia, asesinatos y accidentes de tránsito, además de una tragedia con cinco muertos por el derrumbe de una estructura en el tradicional desfile de Oruro.
Un reporte oficial del gobierno sobre los incidentes registrados durante las celebraciones indicó este miércoles que un total de 70 personas murieron en una serie de hechos diversos.
"La Policía registró un total de 70 muertes, 15 por homicidios, suicidios y asesinatos, 37 por accidentes de tránsito" y otros 18 por causas atribuidas a los festejos del Carnaval entre sábado y martes, informó el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, en conferencia de prensa.
El informe del gobierno excluyó sin embargo, a los cinco muertos en el tradicional Carnaval de Oruro (oeste, a unos 3.700m de altura) donde la caída de un puente metálico provisional se desplomó presuntamente por sobrepeso impactando y aplastando a una banda de músicos y al público.
Gran parte de estos hechos trágicos se estima ocurrieron por exceso en el consumo de alcohol, una circunstancia común en los populares festejos carnavaleros.
El debate mayor, sin embargo, estaba centrado este miércoles en los cinco muertos y decenas de heridos que provocó el sábado la caída del puente metálico durante el Carnaval de Oruro, una fiesta declarada en 2001 por la Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Los informes del gobierno no incluyeron este accidente en la ciudad minera andina de Oruro, a 230 km de La Paz, porque, según Romero, es "no atribuible a hechos de sangre o violencia" contabilizados en el reporte oficial.
A raíz de este accidente en el mayor festival folclórico de Bolivia, del que participaban más de 30.000 bailarines y 6.000 músicos, se ha desatado una profunda investigación en la que interviene la Fiscalía y doce peritos forenses.
Una comisión de Derechos Humanos de la cámara de Diputados citó por su lado a la alcaldesa de Oruro, Rocío Pimentel, "para establecer quiénes eran los encargados de construir y supervisar estas obras", dijo el congresista Rodolfo Calle a la AFP.
Las investigaciones intentan también establecer las responsabilidades del Ejército, encargado de controlar esas estructuras.
El carnaval debe seguir
Pese al derrumbe en Oruro, con más de 60 heridos y cuatro muertos el sábado -a los que se sumó una quinta víctima fallecida este miércoles-, los desfiles y la fiesta continuaron hasta el domingo.
Ni ese accidente ni el desastre natural por las inundaciones en varias regiones, que dejaron 60.000 familias afectadas y unos 60 muertos en toda la temporada de lluvias, pudieron impedir la realización de la fiesta nacional.
Los cuatro días de celebraciones del carnaval, en especial en Oruro, generan un gran movimiento turístico en Bolivia.
"El carnaval de Oruro alcanzó un posicionamiento importante en los destinos turísticos en el ámbito nacional e internacional", comentó Lourdes Omoya, presidenta de la Asociación de Agencias de Viaje y Turismo.
El evento convoca visitantes de Bolivia y del extranjero y "mueve al menos 12 millones de dólares", apuntó.
Unas 350.000 personas asistieron a los festejos mayores en el desfile en honor a la Virgen de la Candelaria, patrona de los socavones, en Oruro, considerada capital del folclore en Bolivia.
Por esta razón, ante la sugerencia de que los carnavales bolivianos debían ser suspendidos en 2014 por la emergencia climática, el ministro de Culturas, Pablo Groux, rechazó rápidamente esa posibilidad.
"Tenemos la responsabilidad cultural y turística, de promover y fomentar dos de los principales eventos carnavaleros que tiene Bolivia", explicó.
Se refería a la "Obra Maestra del Patrimonio de Oruro, y el segundo, (...) el Carnaval Cruceño (de Santa Cruz). En ambos casos, estamos utilizando la potencialidad de la marca país para poder apoyar en la organización de estos eventos".