En Colombia, que busca poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, Estela de Carlotto, líder del movimiento argentino Abuelas de Plaza de Mayo, instó a una reconciliación que incluya "verdad y justicia" para lograr la paz.
"La palabra reconciliación no la aceptamos como verdad y reconciliación, sino verdad y justicia porque yo no tengo por qué reconciliarme con nadie: yo no me peleé con nadie, a mí me agredieron", dijo Carlotto, invitada a la Cumbre de Arte y Cultura de Paz organizada por la Alcaldía de Bogotá.
Durante un foro en el que participaron familiares de víctimas del conflicto colombiano, así como el cantante argentino León Giecco, Carlotto aseguró que el perdón a los victimarios debe ser individual, porque "un perdón universal, para todos, es injusto".
Los comentarios de esta activista, quien encontró hace ocho meses a su nieto Ignacio Montoya Carlotto, robado cuando era un bebé por la dictadura argentina (1976-83), fueron recibidos por aplausos por los asistentes al foro en el céntrico teatro Jorge Eliécer Gaitán.
En el mismo escenario, su nieto de 37 años, que aún intenta recuperar sus apellidos, señaló que "uno perdona cuando las cosas ya pasan, cuando ya todo termina".
"Y creo que aquí ha quedado claramente sentado que esto todavía no ha terminado, en algunos casos recién empieza", dijo.
A su lado estaba Luz Marina Bernal, representante de las Madres de Soacha, un municipio cercano a Bogotá donde en 2008 varios jóvenes fueron ejecutados por militares y presentados como guerrilleros para obtener condecoraciones y prebendas, un escándalo llamado "falsos positivos".
"Lo primero que tienen que hacer es decir dónde están las miles y miles de fosas comunes para que todos puedan hacer un duelo digno, que todos puedan recuperar a sus familiares perdidos", dijo Bernal, quien halló los restos de su hijo en septiembre de 2008, ocho meses después de su desaparición y acusado erróneamente de participar en grupos rebeldes.
Según cifras oficiales, 152.455 personas en Colombia han sido víctimas de desaparición forzada debido al conflicto armado, de las cuales 44.492 corresponden a víctimas directas y 107.963 a indirectas, esto es, familiares en primera línea de consanguinidad.
Colombia vive un conflicto armado de 50 años que ha involucrado a guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, fuerzas militares y bandas narcotraficantes, y que ha dejado oficialmente al menos 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados.
Desde noviembre de 2012, el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), principal grupo insurgente del país, buscan alcanzar la paz en negociaciones en La Habana/AFP.