Un fiscal de la Unidad contra las Bandas Emergentes (Bacrim) imputará cargos en contra de seis policías, entre ellos un teniente y un subintendente, como presuntos responsables de los delitos de privación ilegal de la libertad, destrucción o supresión y ocultamiento de evidencias, prevaricato por omisión y falsedad en documento público.
Los uniformados son investigados por incurrir supuestamente en la alteración de evidencias, sobre los hechos ocurridos el 9 de mayo de 2013, cuando a las 9 y 30 de la noche el servidor del CTI José Darío Restrepo Barriga y un amigo identificado como Ómar Daniel Mateus Alarcón fueron capturados en la calle 23 con carrera 15 por agentes de la estación de Policía de Mártires en una supuesta riña, por el delito de porte ilegal de armas de fuego.
Sin embargo, siete horas más tarde, Mateus Alarcón fue dejado en libertad, mientras que el investigador detenido, adscrito al Grupo de Protección a Dignatarios, apareció muerto, ahorcado en el puente de la Calle 26 con Avenida Caracas.
Según lo establecido en la investigación, los policías de vigilancia que atendieron como primeros respondientes la escena de los hechos, habrían alterado las evidencias, así como los informes presentados a la Unidad de Reacción Inmediata para que no fueran relacionadas las dos investigaciones, tanto la de la captura por el porte de armas, como la del supuesto suicidio de Restrepo Barriga.