Las fuerzas militares de Colombia iniciaron el cierre de una cárcel en el centro del país, que albergaba a uniformados acusados de ejecuciones extrajudiciales, tras un escándalo desatado años atrás por beneficios excesivos concedidos a estos recluso.
La clausura del Centro de Reclusión de Tolemaida, ubicada dentro de un complejo militar en el municipio de Melgar (Tolima), estaba prevista para mediados de diciembre, pero fue aplazada por las fiestas navideñas y para terminar la construcción de una cárcel alternativa, dijo el general Jaime Lasprilla, comandante del Ejército.
"Teníamos que generar unas condiciones adecuadas", dijo en declaraciones a la radio del Ejército, en referencia al traslado de los presos a la cárcel militar de Bello (Antioquia, noroeste), localidad cercana a Medellín.
Según medios locales, al menos 130 presos ya fueron trasladados al nuevo centro de detención y otro centenar sería llevado este jueves.
Un artículo titulado "Tolemaida resort", publicado por la revista Semana en 2011, hizo públicas por primera vez diferentes privilegios de los que gozaban los reclusos. Según las denuncias, los uniformados vivían en cabañas en vez de celdas, realizaban negocios dentro del complejo militar, y salían y entraban cuando querían.
Muchos de los militares presos en Tolemaida fueron detenidos por cometer ejecuciones extrajudiciales, conocidas en Colombia como "falsos positivos", al presentar a civiles como guerrilleros muertos en combate a cambio de ascensos o ventajas en sus carreras.
Unos 4.300 civiles han muerto de esta forma a manos de militares en Colombia, según cifras recientes de Human Rights Watch (HRW), una ONG con sede en Washington/AFP.