Al resolver la situación jurídica de tres militares retirados del Ejército Nacional, un fiscal de la Dirección Nacional de Análisis y Contextos (Dinac) les dictó medida de aseguramiento sin beneficio de excarcelación, sindicados por su presunta participación en la masacre del Aracatazzo, ocurrida el 12 de agosto de 1995.
De acuerdo con la investigación, el día de los hechos, un grupo de 14 paramilitares armados llegó al establecimiento público de cuyo nombre se deriva el de la masacre, ubicado en el municipio de Chigorodó (Antioquia). Allí, intimidaron y maltrataron físicamente a quienes se encontraban en el lugar, tildándolos de guerrilleros e interrogándolos sobre el paradero de una caleta con armas.
Posteriormente, los asesinaron con tiros de fusil, así como a otras personas que transitaban por la calle, dejando un saldo total de 18 muertos y uno más herido de gravedad que logró salvarse al fingir su muerte.
Según lo establecido, los integrantes del grupo armado ilegal, presuntamente habrían contado con la colaboración de algunos uniformados del Ejército Nacional.
Por estos hechos, la Fiscalía vinculó mediante indagatoria a los tres militares, quienes para la época ostentaban los grados de capitán (comandante de compañía); subteniente (comandante de pelotón) y cabo segundo (comandante de escuadra.
Los procesados José Liborio Bermúdez (capitán), Nofar Fabián Motta (subteniente) y John Fredy Moncada (cabo segundo) permanecen privados de la libertad, como presuntos responsables, en calidad de coautores impropios, de los delitos de homicidio en persona protegida y porte ilegal de armas.
Mocada y Motta fueron capturados el 11 de mayo último, mientras que Bermúdez fue aprehendido este 29 de mayo.