Como no hay restricción para participar en la elección del candidato presidencial entre Duque, Ordóñez y Ramírez pueden impulsarse estrategias para dar o restar fuerza a alguno de ellos. Los temas clave y las diferencias. Radiografía EL NUEVO SIGLO
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La llamada coalición de derecha, entre los precandidatos Iván Duque, Alejandro Ordóñez y Martha Lucía Ramírez, con el propósito de elegir entre ellos el candidato formal que tendrá la representación hacia la primera vuelta, tiene fortalezas y debilidades.
A continuación se analizan algunos elementos de la coalición que se puso en marcha y que tendrá su definición el próximo 11 de marzo:
1. Como podrán participar todos los sectores políticos, pues no se requiere acreditación o credencial, sino simplemente pedir el tarjetón correspondiente el día de las urnas, podrá votarse por uno y otro candidato a fin de restarle fuerza al otro. Por ejemplo, si alguien no quiere que el candidato sea Iván Duque, podrá sufragar por Alejandro Ordóñez o Martha Lucía Ramírez, así no necesariamente esté de acuerdo con ellos.
2. En sentido de lo anterior podría repetirse la contienda de la consulta popular conservadora, de 2010, entre Noemí Sanín, Andrés Felipe Arias y la misma Martha Lucía Ramírez. En ese caso, Arias obtuvo el respaldo integral del uribismo, mientras Sanín, aparte de su fuerza dentro de la cauda conservadora, tuvo la votación de sectores liberales e independientes. La excanciller ganó la consulta popular, pero Arias se abstuvo de apoyarla, produciendo la división del partido conservador. El gran ganador de ello fue Juan Manuel Santos, puesto que Álvaro Uribe lo fijó como su sucesor, en vez de Noemí Sanín pese a que su predilecto, Andrés Felipe Arias, había perdido la consulta.
3. Los factores programáticos, siendo compartidos por los tres precandidatos, no serán motivo de grandes discrepancias. En todo caso el hecho o no de “volver trizas” el proceso de paz será, a no dudarlo, un elemento diferenciador. En ese sentido, tanto Duque como Ramírez parecerían más proclives a los ajustes, mientras Ordóñez considera que el acuerdo con las Farc tiene un fundamento inconstitucional.
4. En las bases de la coalición se sigue discutiendo, a su vez, por qué a Luis Alfredo Ramos y a Oscar Iván Zuluaga no se les permitió participar teniendo circunstancias jurídicas de cierta manera similares a Alejandro Ordóñez. Existe malestar en las toldas “zuluaguistas” y “ramistas” en el sentido de que ellos tenían las credenciales apropiadas para hacer parte de la consulta popular.
5. Frente al desenvolvimiento social, las discrepancias en los temas religiosos no demorarán en aflorar. Para Ordóñez, verbi gracia, el aborto no tiene ninguna justificación ni excepciones y en cualquier caso es considerado un asesinato. Para los otros precandidatos es posible abortar en los casos dichos por la Corte Constitucional.
6. De otra parte, no sobra recordar que en el plebiscito ganó el No en alguna proporción por la pelea que por la época sostuvo la ministra de Educación por las cartillas de la denominada educación de género. Pese a ser un aspecto marginal en la discusión plebiscitaria, se volvió un tema de fondo. Los tres candidatos a la consulta popular tienen versiones radicalmente diferentes frente al matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas del mismo sexo, lo mismo que en todo lo referente a la comunidad LGTBI.
7. Frente al tema parlamentario, Iván Duque lleva la delantera por cuanto hace campaña al lado de su jefe, el senador Álvaro Uribe, quien aspira a incrementar el número de curules del Centro Democrático. En tanto los otros dos no tienen apoyo parlamentario, lo que hace suponer una importante maquinaria en favor del pupilo uribista. En todo caso, Ordóñez y Ramírez también buscarán beber de la votación que obtenga Uribe, como primero de la lista. Aun así, resulta evidente que Duque ha sido ungido como el candidato de Uribe, con un importante margen de acción en las encuestas por ese solo hecho.
8. Venezuela es un factor fundamental dentro de la consulta popular dentro de los precandidatos de la coalición, pero no será un mayor ítem diferenciador, pues todos piensan más o menos lo mismo de los expresidentes Uribe y Pastrana. Habrá que esperar, en todo caso, frente a los demás temas, si las bases programáticas serán diferenciadas o serán las mismas.
9. Así mismo, las características personales de cada quien jugarán un papel fundamental. Como se trata de una consulta en la que puede participar cualquier votante, Iván Duque apelará a los jóvenes, Martha Lucía Ramírez a las mujeres y Alejandro Ordóñez al sector religioso.
10. Lo que interesa a Uribe, particularmente, es obtener la mayor cantidad de curules posibles para el Senado y acrecentar la votación interna del Centro Democrático. En el fondo la contienda real, ese día, será entre las listas parlamentarias de los diferentes partidos y es ahí donde Uribe quiere convertirse en el primer elector.
11. Para algunos, Alejandro Ordóñez radicalizará su discurso hacia la derecha y sostienen, incluso, que podrá ser una sorpresa como el “Trump colombiano”. Duque, por el contrario, tendrá un discurso más centrista, de acuerdo con lo que se la escuchado en sus intervenciones durante los últimos ocho meses. Ramírez, por su parte, tratará de ir a las bases conservadoras, sin pasar por el filtro de los parlamentarios.
12. Las primeras encuestas señalarán la ruta crítica inicial. En caso de que resulten empatados, la consulta promete ser una gran estrategia política o un baúl de anzuelos donde cualquier cosa puede pasar.