Un “outsourcing” criminal o red de delincuentes comunes a sueldo, estuvo tras los atentados contra la Fuerza Pública en Bogotá. En tres semanas la Policía Nacional esclareció los móviles de los ataques y en las últimas horas capturó a los dos autores materiales, señalados de armar los explosivos, acondicionarlos con un sistema de radiofrecuencia, instalarlos y activarlos vía teléfono celular.
Investigadores de la DIJIN llegaron a una vivienda rústica en zona rural del municipio de Pitalito (Huila), allí detuvieron a alias “Conejo” y “Pablo”, dos desmovilizados de los frentes octavo y catorce de las FARC, sindicados de participar en cinco acciones terroristas en los últimos dos meses, entre ellas la ocurrida en el barrio Quiroga (Bogotá), que dejó siete personas heridas (un menor de edad, dos adultos y cuatro uniformados de la Institución).
Alias “Conejo” y “Pablo” abandonaron la subversión hace ocho años, pero pusieron sus conocimientos en la manipulación de explosivos al servicio deuna estructura de delincuentes comunes liderada por alias “Rojo”, que cobraba a narcotraficantes, integrantes de bandas criminales o grupos de extorsionistas por atentados que planeaban en cualquier parte del país, evidenciando la ausencia de motivación ideológica y/o tendencia política.
Las pruebas dan cuenta de que el ELN pagó 20 millones de pesos por cada explosión contra la Fuerza Pública. Parte de ese dinero habría llegado a los dos ex desmovilizados, quienes diseñaron los artefactos y los abandonaron en la noche, en sitios oscuros, donde fue difícil su detección.
Durante la operación de captura contra alias “Conejo” y “Pablo” fueron incautados dos paquetes improvisados conformados por nitrato de amonio, con un peso bruto de 1.685 gramos, con dispositivos eléctricos, cordón detonante para la iniciación del material explosivo, equipos celulares y listos para ser activados.
Según información de inteligencia, estos artefactos, similares a los utilizados en Bogotá, iban a ser ubicados frente a objetivos que aún son materia de investigación, pero ya estaban pagos por el ELN.
En el registro a la vivienda también fueron hallados elementos necesarios para la elaboración de los dispositivos electrónicos de activación mediante radiofrecuencia, como son celulares, cables de conexión, herramientas (cautín y estaño) y nitrato de amonio, componentes para la fabricación de explosivos.
Versiones de otros capturados dentro de este proceso, vinculan a alias “Conejo” y “Pablo” en dos atentados terroristas en la ciudad de Neiva (Huila), ejecutados en los últimos meses y que son materia de investigación para establecer el origen y los móviles.
Operación ‘Vigía’ Fase Uno
El pasado 24 de marzo gracias a una operación de la Policía Nacional, con el apoyo de la Fiscalía General de la Nación, se frustró un atentado terrorista que se pretendía ejecutar contra instalaciones de la Fuerza Pública en Bogotá.
La Operación ‘Vigía’ desarrollada por la Direcciones de Investigación Criminal e INTERPOL (Dijín), Inteligencia (Dipol) y el Comando de Operaciones Especiales (Copes), dejó 5 personas capturadas y la incautación de cuatro barras de explosivos, tres armas de fuego, dos temporizadores para activar explosivos, munición de guerra y material de uso privativo de las Fuerzas Militares.