Alfonso Rodríguez Ramírez, considerado uno de los hombres que impulso las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en el norte del Huila y ‘cerebro’ de la ejecución de varios delitos contra la población civil, fue capturado por el Ejército en coordinación con efectivos de la Policía y de la Fiscalía.
El sujeto, de 47 años de edad y conocido con el alias de ‘El Novillo’, era requerido por la Fiscalía. Su aprehensión se produjo en la vereda Monguí,; hasta allí llegaron hombres de la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas Antiterrorismo, para hacer efectiva la orden de captura que pesaba en su contra por los delitos de homicidio en persona protegida, secuestro extorsivo agravado y concierto para delinquir, hechos por los que ya fue condenado a 38 años de cárcel.
Los hechos por los cuales era requerido alias ‘El Novillo’, se remontan al año 2003, cuando los habitantes del municipio de Colombia Huila, se vieron afectados por el accionar violento del grupo de autodefensas ‘Conquistadores del Yarí’; estructura armada ilegal conformada por aproximadamente 300 hombres provenientes de los bloques ‘Cacica Nutivara’, ‘Calima’, ‘Tolima’ y ‘Metro’.
El grupo, que aseguraba, su propósito era enfrentar a los terroristas de las Farc, arremetió contra la población civil. Masacres, hurtos, extorsiones, secuestros con fines extorsivos y el desplazamiento forzoso de más de 725 campesinos, fueron tan solo algunas de las acciones ejecutadas contra los pobladores de las veredas Los Lagos, San Ezequiel, Potrero Grande, Belén, El Playón, El Diamante, Alcaparrosal, Las Lajas, El Dorado, Zaragoza, El Paraíso, Galilea, La Lejiosa, El Valle, El Silencio, San Pedro y la Primavera.
Entre los delitos cometidos por ‘Conquistadores del Yarí’, se reseña el asesinato de Eliecer Herrera Martínez y su hijo Harvey Herrera González; el primero fue secuestrado y por su rescate exigieron 35 millones de pesos. Ambos fueron asesinados cuando el segundo intentaba lograr la liberación de su progenitor.
Otra de las acciones atroces cometidas por el grupo paramilitar se relaciona con el asesinato de Julio Becerra Chávez y su hijo Libardo Becerra Chacón.
Pero la estela de crímenes no se detiene. Hasta la vereda El Playón llegó a la tienda de víveres de la familia Espinosa un grupo de hombres fuertemente armados, tomaron a la señora María Vírgenes Aguilar de 70 años de edad y a su hija Stella Espinosa, quienes, amarradas boca abajo, debieron presenciar la muerte de su esposo y padre don Carlos Espinosa y su trabajador Teodoro Uribe Gómez.
Estos hechos aterrorizaron a toda la comunidad rural, cuyos habitantes huyeron masivamente hacia el perímetro urbano para proteger sus vidas. Fue así como se asentaron en el parque principal del municipio de Colombia, un total de 167 familias, en su mayoría niños, mujeres y ancianos.
Los gobiernos local y departamental, el Ejército y los demás organismos de seguridad del Estado, lograron brindar medidas de seguridad para el retorno de estas familias, cerrando aparentemente este duro episodio.
Es de resaltar que en el marco del mismo proceso, las tropas de la Novena Brigada han logrado la aprehensión de Julio Cesar Rodríguez Solozarno y Medardo Cortés Morales.
Una segunda captura
Durante el proceso de captura, junto a Alfonso Rodríguez Ramírez fue aprehendido en flagrancia su hermano. Al sujeto se le halló en su poder un arma de fuego sin el permiso para el porte de la misma.
De esta manera los organismos de seguridad del departamento del Huila (Ejército Nacional, Policía, Fiscalía y CTI), continúan trabajando para lograr que hechos como éstos, en donde las principales víctimas son los civiles, no queden en la impunidad.