La investigación que duró 8 meses logró identificar las personas que se encontraban vinculadas a la banda y estableció que los fines de semana esta estructura delincuencial distribuía una tonelada de droga.
Además, diariamente vendían en promedio 12 mil dosis personales, para lo cual utilizaba habitantes de la calle. Esta información se obtuvo a través de labores de inteligencia, interceptación de llamadas telefónicas y agentes encubiertos, entre otros.
A la hora de las capturas, que se realizaron en diferentes puntos de la capital santandereana se decomisaron 310 kilos de marihuana, material para el procesamiento de droga y dinero en efectivo.
La Fiscalía les imputará los delitos de concierto para delinquir y tráfico, porte y distribución de estupefacientes.