Capturado exparamilitar señalado de la masacre de 36 | El Nuevo Siglo
Viernes, 26 de Julio de 2013

Un exparamilitar señalado de comandar la masacre de 36 campesinos en el norte de Colombia en 2000 y de perseguir más recientemente a reclamantes de tierras usurpadas por grupos armados de derecha fue detenido por la Policía, informó el viernes la institución.

Hernán Cantillo, de 38 años y sobre quien pesaba una orden de captura internacional, fue arrestado en un suburbio de la localidad de Galapa, departamento de Atlántico (norte), donde desplegó gran parte de una carrera criminal de dos décadas, según un comunicado.

Las autoridades acusan a Cantillo de liderar la matanza de 36 personas el 22 de noviembre de 2000 en el poblado de Sitionuevo (departamento de Magdalena), siguiendo órdenes de Rodrigo Tovar, un jefe del desmovilizado grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Asimismo, lo sindican de asesinatos selectivos como el del sociólogo Alfredo Correa, el 17 de septiembre de 2004, y de amenazar en mayo pasado a labriegos de Sitionuevo que recuperaron sus fincas tras un desplazamiento masivo ocasionado por otra masacre de su autoría, señaló el reporte.

Responsable de otros éxodos forzados, Cantillo militó en las FARC y ELN antes de enrolarse en las AUC, y en años recientes se vinculó a la banda narcotraficante Los Rastrojos, integrada entre otros por antiguos paramilitares y acusada de perseguir a reclamantes de tierras.

Las autoridades ofrecían unos 100.000 dólares de recompensa por información para detener al exparamilitar.

Las amenazas y crímenes contra los líderes de campesinos desplazados por la violencia se incrementaron en Colombia luego de la entrada en vigor en 2011 de una ley para restituirles sus tierras.

La ley busca devolver unos dos millones de hectáreas a cerca de 400.000 familias que se calcula fueron desplazadas por la fuerza desde 1991.

El año pasado, 37 defensores de derechos humanos, en su mayoría activistas y líderes rurales, fueron asesinados, según el informe 2012 de la oficina en Colombia de la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos./AFP